La macroterminal ferroviaria de Pla-Za es la más grande del sur de Europa, pero sigue "infrautilizada" porque solo dispone de un acceso que obliga a todos los trenes a entrar marcha atrás, en fondo de saco. Así lo ha acabado reconociendo el Ministerio de Fomento en el estudio informativo de la Ronda Sur, que plantea su prolongación hasta Grisén y Plasencia de Jalón para conectar con la línea de Madrid y garantizar así la competitividad de Pla-Za "y optimizar su utilización".
Los convoyes solo pueden llegar al complejo, de cien hectáreas de superficie, por un ramal construido al sureste de Pla-Za que conecta con la citada variante. Las locomotoras tienen que dar la vuelta al acceder al interior, lo que duplica con creces el tiempo utilizado normalmente en las maniobras. La precaria situación se mantiene invariable desde que se abrieran las instalaciones hace casi año y medio.
Los casi 120 millones de euros invertidos por la sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad en su construcción de poco han servido desde el punto de vista ferroviario, dado que los operadores prefieren ir a la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ), situada en Mercazaragoza y cuya gestión difiere mucho de la que desarrolla el ente público ADIF en Pla-Za.
La ampliación de la Ronda Sur no solo garantizará unos accesos en condiciones a la plataforma, sino que la dejará en unas inmejorables condiciones competitivas: todos los trenes de mercancías entre Madrid y Barcelona y los transversales entre Levante y el norte de España pasarán por delante de Pla-Za.
Los pésimos accesos se completan con la propia "chapuza" ejecutada por el Ministerio de Fomento en la Ronda Sur pese a las advertencias de los expertos ferroviarios. El trazado en servicio ni siquiera está desdoblado entre la bifurcación de la línea de Teruel y La Cartuja, por lo que se tuvo que habilitar un apartadero para que en este subtramo de 12,4 kilómetros se pudieran cruzar los trenes porque se llegaban a generar colas de convoyes de mercancías. Para colmo, deben superar una "fuerte pendiente prolongada".
Este problema se ha hecho más acuciante con la entrada en servicio del complejo de Pla-Za, ya que la conexión de la Ronda Sur con la línea Madrid-Barcelona (entre el Portazgo y la Feria de Muestras) tiene rampas similares a las del Canfranc. "El trazado en alzado presenta fuertes pendientes desde su inicio, lo que provoca que en algunas circulaciones sea necesario el empleo de doble tracción o la división de la composición", destaca el estudio informativo.
Además, los trenes deben incorporarse a escasa velocidad, a 60 kilómetros por hora, por el tipo de desvío que se ejecutó y al que le sigue una curva con un radio de 320 metros. "Con la prolongación de la Ronda Sur los trenes con procedencia o destino Madrid o el corredor Cantábrico-Mediterráneo podrán acceder a la Ronda Sur sin tener que reducir notablemente su velocidad ni necesitar duplicar tracción", concluye la memoria.
Fuente: Heraldo de Aragón (www.heraldo.es)
