Pudo ser una tragedia pero, por fortuna, sólo se quedo en un susto. Mayúsculo, pero un susto. El Talgo número 201 que cubre la línea entre Madrid y Burgos por Aranda de Duero descarriló a la altura del kilómetro 213,700 en la provincia de Burgos, muy cerca de Pineda Trasmonte, entre las estaciones de Gumiel y de Fontioso.
Pasaban sólo unos minutos de las cinco y media de la tarde cuando el Talgo se topó de frente con un montón de piedras y tierra que se desprendieron de la montaña en una trinchera abierta por las vías del tren entre las estaciones de Gumiel y de Fontioso. El maquinista accionó el freno del convoy pero no pudo evitar que ni la máquina ni los cinco coches que arrastraba descarrilaran y semivolcaran con el consiguiente susto de los cuatro viajeros y la tripulación que transportaba.
El siniestro ocurría en la misma trinchera que da entrada al túnel que cruza el monte de esta zona entre Lerma y Aranda de Duero, a unos 30 metros de la boca del túnel. Un estruendo aterrador y la máquina y los cinco coches que arrastraba que se salía de la vía al toparse con las piedras y la tierra.
Los primero era comprobar que todos los viajeros estaban bien. Los cuatro pasajeros y los cuatro de plantilla del tren sólo tenían rasguños sin importancia. ¿Qué hubiera pasado de ir el tren con todos los asientos ocupados? Nadie lo sabe. Pero en ocasiones, la suerte se alía con el hombre y todo se queda en un susto.
Con ese susto en el cuerpo, los cuatro viajeros y los cuatro miembros de la tripualción que llevaba el Talgo Madrid Burgos de la línea directa por Aranda de Duero, tuvieron que realizar los cuatro kilómetros que separa el lugar en el que descarriló el tren que los transportaba hasta la estación más cercana.
Y es que, según el responsable de prensa de Adif, José María Reglero, «las últimas lluvias y la nieve» produjeron un desprendimiento, en una «zona de muy difícil acceso». Los vehículos que se acercaron se quedaron atascados, como una dotación de los Bomberos que tuvieron que ser auxiliados por un paisano de Bahabón.
Esto provocó que los viajeros y el personal del tren tuvieran que tomar camino de la localidad más cercana, en este caso Pineda Trasmonte, caminando por las vías del tren con sus pertenencias en algunos casos.
Pasadas las 19.00 horas, y tras recorrer la distancia entre el lugar del accidente y la entrada de una de la trincheras hasta Bahabón, y Pindeda llegaron a esta localidad donde les esperaban varias ambulancias para un primer reconocimiento y evaluación de los pasajeros.
Sólo el maquinista del convoy presentaba unas heridas leves fruto del frenazo de la máquina tractora, mientras que los demás pasajeros aún impresionados por la violencia del choque, no tenían daños de consideración más que alguna magulladura o golpes leves por el impacto.
En todo momento, la Guardia Civil de la zona actuó para mantener el orden. El Talgo se dirigía hacia la estación Rosa de Lima de Burgos donde tenía previsto llegar sobre las 18.20 horas; había salido de la estación de Chamartín a las 14.50 horas.
Fuente: El Correo de Burgos (www.elcorreodeburgos.com)