Renfe Operadora ha decidido posponer la compra de 10 trenes AVE de gran capacidad, con una inversión de 270 millones de euros y destinados a operar la línea Madrid-París junto a la compañía ferroviaria francesa Société Nationale des Chemins de Fer Français (SNCF). La decisión, tomada hoy por la Mesa de Contratación, se enmarca en la política de austeridad marcada por el Ministerio de Fomento como fórmula de ayuda a la superación de la actual crisis económica y está conduciendo al replanteamiento general de las estrategias de inversión de las empresas del Grupo Fomento, con el fin de optimizar al máximo los recursos.
De este modo, queda sin efecto el actual concurso de licitación que la operadora había puesto en marcha recientemente. Sin embargo, Renfe Operadora sigue apostando por la explotación en los plazos previstos de la línea Madrid – París junto a la SCNF y para dar este servicio con trenes de alta capacidad transformará unidades de su actual parque móvil para adaptarlas a la circulación por las líneas francesas.
En una primera fase a finales de 2010, los trenes actuales de alta velocidad de Renfe harán el trayecto Barcelona-Figueres y los de SCNF, París-Figueres. Los pasajeros que continúen viaje efectuarán trasbordo en la ciudad catalana. Esta escala se debe a que no se completará la infraestructura de alta velocidad hasta la frontera francesa hasta 2102.En ese momento, cada operadora aportaría a la nueva compañía varios trenes de gran capacidad, que permitirán abaratar los costes de explotación.
Apertura del proceso.
Por ello, el Consejo de Administración de la operadora española decidió el pasado mes de diciembre la apertura de un proceso de licitación para construir 10 convoyes con una velocidad superior a los 300 km./h. y una capacidad mínima de 500 plazas, con una inversión de 270 millones de euros y el plazo de fabricación finales de 2012.
Ante el recrudecimiento de la crisis económica mundial, y en sintonía con los planes de ajuste del Gobierno, Renfe Operadora ha optado finalmente por estudiar la transformación de algunas unidades de AVE ya adquiridas para adaptarlas a los requerimientos del nuevo servicio. De esta forma, y por medio de la optimización de recursos, la operadora podrá contar con los vehículos que necesita a unos costes significativamente más bajos. Esta operación es posible además debido a que las entregas de material móvil a Renfe se han producido con anterioridad a la entrada en servicio de nuevas líneas de alta Velocidad en España
Además, Renfe se asegura para su división industrial, Integria, que realizaría las transformaciones correspondientes, una carga de trabajo de gran importancia para el futuro.
Fuente: RENFE (www.renfe.es)