El Gobierno de Zaragoza decidió ayer que el paso del tranvía por el paseo Independencia dejará reducida a la mínima expresión la presencia de viales para el tráfico privado. El alcalde, Juan Alberto Belloch, anunció que se dejarán dos, uno para cada sentido de la circulación, eliminando otros cuatro de los actuales (dos de ellos reservados para el autobús), aunque se creará zonas de estacionamiento para la carga y descarga. Esta es la decisión adoptada para la transformación de uno de los puntos más importantes de la segunda fase, y que sirve para desechar la otra alternativa de dejar tres carriles, dos en un sentido y uno en el otro.
La explicación sobre por qué se ha decidido esta opción es sencilla: la otra obligaba a reducir la actual anchura de la acera. De nuevo se ha optado por dar prioridad a peatones y ciclistas. Además, con este diseño, se aboga por crear un carril bici precisamente en la acera, en paralelo al eje del tranvía pero separado de la plataforma. Y tampoco se esperan grandes afecciones al tráfico porque, según los técnicos de Movilidad, la intensidad media diaria que soporta el paseo ahora es de 8.770 vehículos al día en sentido hacia la plaza España y de 7.880 hacia la plaza Aragón.
Mientras, con esta fórmula, al no tener que recortar la acera, se evitará tener que tocar el arbolado. Aunque también está previsto crear nuevas paradas de taxis. Además, este diseño tampoco impedirá que se organicen espectáculos o actividades en Independencia, ya que la configuración de la línea del tranvía permite cortar el paso en este punto y que funcionen de forma independiente las dos fases, una que solo llegue hasta la plaza Aragón y otra que acabe en plaza España.
Plaza España.
Por otra parte, aunque el alcalde no quiso aventurar cómo se hará la conexión con Gran Vía en plaza Paraíso, la imaginación y el diseño adelantado por el arquitecto Iñaki Alday dejan lugar a pocas dudas. Así, salvo cambios de última hora, la actual plaza Paraíso quedaría con una forma alargada (la fuente se desplazará hacia el paseo Constitución) que atravesarán las vías del tranvía, separadas, hasta desembocar en la plaza de Aragón, bordeando la isleta peatonal donde está el monumento al Justicia, para unirse en Independencia.
Algo similar pasa con la plaza España. El monumento a los Mártires se mantendría en su actual ubicación, las dos vías del tranvía pasarían por su izquierda hacia el Coso y los carriles para el tráfico irán por la derecha. Así se da solución a uno de los puntos más conflictivos de la segunda fase, el embudo en el acceso al Coso.
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)