Más de un centenar de personas se manifestaron ayer frente a la estación internacional, convocadas por la plataforma Canfranc está que arde, para denunciar el "grave estado de abandono" en que se encuentra la terminal ferroviaria. El histórico edificio debería haberse convertido en un hotel, pero los trabajos se interrumpieron hace casi dos años por falta de financiación y desde entonces la degradación se ha apoderado de nuevo de la estación y su entorno, donde el pasado mes de septiembre un indigente prendió fuego a dos vagones. En la actualidad, solo está acabado el tejado del inmueble, tras una inversión de ocho millones de euros que no ha dado los frutos deseados y el histórico edificio permanece cerrado.
"La interrupción de los trabajos ha impedido acondicionar el vestíbulo", lamentó ayer Fernando Sánchez, alcalde de Canfranc. "Y ahora nos encontramos con que no podemos rehabilitar el edificio ni como hotel ni como centro cultural o de exposiciones", subrayó el primer edil. "Es una situación que no podemos tolerar, pues los vecinos de Canfranc queremos que la estación sea nuestro motor de desarrollo", añadió. Los planes para transformar la terminal en un hotel de lujo son del año 1993, aunque las obras empezaron al cabo de varios años. El proyecto tenía algo de faraónico para una localidad como Canfranc, ya que confiaba la financiación de la transformación a la plusvalía obtenida con la construcción de 600 viviendas.
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)
