Tras el agosto más caluroso de los últimos años, septiembre comienza hoy con temperaturas más propias del otoño, debido a los vientos fuertes que ya ayer complicaron la vida a los zaragozanos, particularmente a los Bomberos. La intervención más llamativa de la quincena que realizaron fue la caída de una rama que mantuvo el servicio de tranvía cortado desde la Romareda hacia el centro durante una hora.
La desafortunada caída tuvo lugar en torno a las dos y cuarto de la tarde. Una rama de gran tamaño se desprendió de un árbol en la plaza San Francisco, y cayó sobre la catenaria. Los Bomberos solicitaron al consistorio el corte del fluido eléctrico para poder trabajar, y desde Tranvías de Zaragoza activaron el protocolo de contingencia establecido para estos casos. Los pasajeros se bajaron y se habilitó una línea de autobús alternativa para circular entre las paradas de la Romareda y la Gran Vía. Entre el campo de fútbol y el comienzo de línea en Valdespartera, los convoyes siguieron circulando con normalidad.
Mientras, los Bomberos, con ayuda de una pluma utilizada en labores de mantenimiento forestal, descolgaron la rama completamente y la cortaron para su retirada. Una vez que los técnicos comprobaron que la catenaria no había sufrido ningún daño, el servicio de tranvía se reestableció con normalidad a las tres y cuarto de la tarde, aproximadamente. El proceso completo apenas duró una hora.
Horas complicadas.
Las rachas más fuertes de viento se registraron más o menos desde el momento en que cayó la citada rama en la plaza San Francisco. Tras una mañana tranquila, los Bomberos tuvieron que atender una quincena de llamadas en dos horas y media, desde las dos a las cuatro y media de la tarde. Según fuentes del Cuerpo, ninguna de ellas revistió gravedad ni puso en peligro a los ciudadanos.
Consistieron en caídas de pequeñas ramas, aseguramiento de persianas y "como mucho algún andamio". Este, ubicado en la esquina de las calles Galán Bergua y escultor Palau del barrio de Delicias, amenazaba con caer, pero los Bomberos lo aseguraron sin mayor problema en torno a las cinco de la tarde. Sobre esa hora cesaron los problemas con el viento.
Hasta prácticamente anteayer, el mes de agosto estaba siendo uno de los más calurosos de los últimos años, pero se ha despedido con sensaciones térmicas más propias del otoño avanzado que del verano. Las temperaturas han sufrido bruscos descensos, de hasta diez grados, en los últimos días, particularmente en las mínimas. Teruel es una de las provincias que más lo sufrirán, ya que en ella se prevé que el mercurio descienda hasta los 6 grados.
Además, el mes de septiembre ha llegado acompañado de tormentas, particularmente potentes en Huesca, y fuertes rachas de viento en Zaragoza. Ayer alcanzaron los 70 kilómetros por hora, justificando --aunque "por los pelos", según fuentes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)-- la alerta amarilla que estaba activada ayer.
Para hoy está previsto que se mantengan al mismo nivel, y con el ligero descenso de temperaturas --de 27 a 26 grados centígrados de máxima en la capital--, la sensación térmica será aún más fría de lo que fue ayer.
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)