En esto coincidió con todos los grupos, que criticaron que se dote de tan poco dinero a dos ejes de este tipo. En especial a la travesía central, si se considera tan estratégico. Fernández de Alarcón defendió las ventajas de este eje, y señaló que todas las empresas que pretenden instalarse en Plaza se interesan por los plazos y el estado de esta gran obra que necesita un largo túnel a baja cota y que se fía a medio plazo, en el horizonte del 2030. El 27 de abril se reunirá la agrupación económica que licitará nuevos estudios sobre el proyecto.
De la escasa cantidad que destinará el Gobierno central, 900.000 mil serán para continuar los estudios sobre el Canfranc y 400.000 para la travesía central del Pirineo. Fernández de Alarcón volvió a recordar que el Gobierno anterior lo sacó de los ejes prioritarios, cuando el Gobierno de José María Aznar sí lo había incluido entre los 30 grandes corredores de transportes europeo.
También apeló al entendimiento entre los gobiernos de Francia y España para que hagan una apuesta firme y conjunta por estas vías, y especialmente hay que convencer a los franceses de que este eje es muy competitivo y necesario. Destacó los acuerdos logrados desde Aragón con la región gala de Aquitania para relanzar el Canfranc, una línea cuya reapertura se marca para el año 2020. Para ello, el país vecino necesita una inversión de unos 500 millones de euros pero solo va a acometer obras de la frontera a Bedous. En el tramo español, las obras están mucho más avanzadas y únicamente se necesitarían unos 160 millones.
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)