sábado, 28 de marzo de 2015
NOTICIAS - Ineco da un paso atrás y cede al gerente del AVE a La Meca plenos poderes ejecutivos
Un pacto de confidencialidad entre las catorce empresas contratistas, la asunción de una responsabilidad solidaria y la identificación de un único y exclusivo interlocutor válido ante el cliente son los tres ejes del acuerdo que ha permitido restaurar la confianza del Gobierno de Arabia Saudí en el grupo español encargado de poner en marcha el AVE entre las ciudades santas de Medina y La Meca. El resultado de este lavado de cara se ha traducido en un nuevo liderazgo dentro del consorcio, que ha obligado a dar un paso atrás a la empresa estatal Ineco al tiempo que todos los integrantes del proyecto otorgaban una escritura con plenos poderes ejecutivos a Santiago Ruiz en calidad de flamante consejero delegado.
El presidente de Renfe, Pablo Vázquez, sigue actuando formalmente como presidente del consorcio Al Shoula, un cargo heredado de su antigua etapa al frente de Ineco, la ingeniería pública dependiente del Ministerio de Fomento. Sin embargo, desde hace unas semanas, el timón del proyecto es manejado en exclusiva por Santiago Ruiz y su segundo de a bordo, también procedente de FCC, Álvaro Senador. El nuevo consejero delegado del programa tiene carta de libertad para moverse a sus anchas en relación directa con el ministro saudí de Transportes, Abdullah Al-Muqbel, el mandatario que a mediados de diciembre dio un puñetazo en la mesa con la amenaza de suspender el contrato al grupo español.
No hay mal que por bien no venga, porque de entonces a esta parte las relaciones de poder entre las empresas han pasado a segundo plano y todas ellas se han cuadrado en primer tiempo de saludo ante la prominencia de un gerente al que hace un par de meses negaban el pan y la sal. De hecho, el nombramiento de Ruiz estuvo a punto de abortarse debido a la negativa de los distintos contratistas a sufragar la parte alícuota de la retribución que exigía el consejero delegado. En teoría, el salario del primer ejecutivo debía ser abonado por Ineco como responsable de la gestión del consorcio, pero el ultimátum del cliente actuó como mano de santo y todos han decidido pagar a escote la nómina del nuevo jefe.
Santiago Ruiz ha respondido a los requerimientos que exigía el cliente, la Saudi Railways Organization (SRO), gracias también a la experiencia que el directivo español tiene en el aquel país, donde ya estuvo trabajando como responsable del Metro de Riad. La recuperación de esta interlocución directa es clave para llevar a buen término el AVE de Medina a La Meca y de ahí que el principal objetivo consista ahora en evitar cualquier tipo de interferencia, suspicacia o malentendido que puede alterar la confianza renovada del Gobierno de Arabia Saudí. En consecuencia, Ineco ha perdido el liderazgo testimonial que ejercía como primer representante de la Marca España en el que está considerado como el proyecto industrial más importante logrado nunca en los mercados internacionales.
Nueva destitución a la vista
La retirada de Ineco, aparte de la salida de Pablo Vázquez, se verificará de manera más explícita con el cese de la responsable de Contratación que hasta ahora llevaba la voz cantante dentro del consorcio Al Shoula. María Sánchez-Palomo seguirá en su puesto de directora de Proyectos Especiales de la empresa pública de ingeniería, pero deberá renunciar a la posición de mando y control que venía ejerciendo de antiguo como coordinadora del AVE a La Meca. El abandono de estas funciones responde también a una petición expresa del cliente saudí, que ha exigido concentrar todas las labores de supervisión bajo la figura de un único responsable con quien poder manejar todo el desarrollo del contrato.
La reestructuración del organigrama directivo ha actuado como un bálsamo para calmar los ánimos del ministro árabe de Transportes y reciclar el calendario del programa con una nueva hoja de ruta que pueda llevarse a cabo sin incurrir en los voluntarismos que suelen abundar en el singular mercado de las infraestructuras. Dicho de otra manera, el contrato sigue vivo después de que hayan rodado algunas cabezas y una vez que la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha conminado a las empresas españolas del consorcio a que dejen de buscar excusas en el vecino de al lado y se pongan a tirar juntas del carro. Todo ello sin descuidar los muchos obstáculos técnicos que requiere la operación y que, a buen seguro, volverán a generar momentos de tensión en un futuro.
El objetivo inmediato del consorcio adjudicatario de las obras consiste ahora en culminar con plenas garantías los tramos de tendido de vía que construyen OHL y Copasa con el fin de que puedan empezar los trabajos de electrificación, catenaria, señalización y telecomunicaciones. La prueba oficial, con el primer tren español ‘volando’ por el desierto árabe, ha sido trasladada a finales de año o principios de 2016, una fecha que representa el máximo desafío para el consorcio español. A partir de entonces se podrá calibrar el éxito real de un proyecto extraordinariamente complejo y que algunos han tratado de apuntarse antes de tiempo en España.
Fuente: El Confidencial