La estación de San Sebastián (San Sebastián-Donostia según la denominación de Adif), también conocida como la estación del Norte o de Atocha, es la principal estación de ferrocarril de la ciudad española de San Sebastián. Fue inaugurada en 1864 y se trata de uno de los más valiosos monumentos de la ciudad.
La estación del Ferrocarril del Norte, obra realizada por el ingeniero C. A. Letourneur, se inauguró el 15 de agosto de 1864. Entre los hechos más destacables en los primeros pasos de la estación cabe señalar que fue desde la Estación del Norte de San Sebastián desde donde la reina Isabel II huyó al exilio francés en 1868, tras la Revolución de La Gloriosa.
En 1881 se produjo la primera reforma a cargo del también francés Biarez, con la ampliación de los laterales, creación de dos nuevos pabellones y la instalación de la marquesina metálica que cubre las vías. Esta marquesina fue realizada en los talleres de Gustave Eiffel, aunque probablemente no fuera el propio ingeniero francés el encargado de su diseño y construcción. De hecho, es la única estructura construida por su empresa para la Comunidad Autónoma del País Vasco y, también, la única que se conserva en todo el Estado español.
En 1905 se efectuaron nuevas obras: la pasarela sobreelevada que con sus cinco arcos y un magnífico reloj pondría en comunicación el puente nuevo de María Cristina con la plaza de toros de Atotxa. Posteriormente, en 1922, debido a la degradación de la pasarela metálica como consecuencia de la corrosión, se procedió a su sustitución por otra de hormigón.
Desde entonces, la fisonomía exterior de la estación del Norte de Donostia ha experimentado pocos cambios, no así su interior, que ha recibido diversas remodelaciones con el fin de adaptar sus dependencias a las necesidades del servicio actual.
Para la construcción de la Estación del Norte se levantó un edificio de corte clasicista, de una sobriedad extrema, compuesto por un cuerpo central de dos plantas, con tres puertas de acceso en la inferior y tres ventanas en la superior, y dos alas laterales de un piso, con seis puertas cada una de ellas. El conjunto se completaba con una sencilla marquesina, de estructura metálica, que cubría el andén principal. Como otras estaciones de la compañía de Caminos de Hierro del Norte, ésta guarda también la línea y el estilo afrancesado común a muchas otras, en las formas y dimensiones de las fachadas.
La marquesina metálica, con un peso de 288 toneladas, una anchura de veinte metros por 77 de longitud, se levanta sobre un conjunto de cuchillos articulados, sistema Polonceau, que se apoya por una parte en el propio edificio y, por la otra, sobre columnas de fundición de 10,5 metros de altura.
Fotografías: Unos cuantos trenes. Diciembre de 2015
Texto: Wikipedia, Lista Roja del Patrimonio