El Senado francés ha aprobado el acuerdo con Italia para la construcción de la línea de alta velocidad entre Lyon y Turín que incluye un túnel de 57 kilómetros bajo los Alpes. De este modo, se da por finalizado el proceso de ratificación parlamentaria del pacto bilateral entre Francia e Italia, de febrero de 2015.
La nueva infraestructura no sólo supondrá una gran ventaja para ambos países, que verán intensificados sus intercambios, sino que, será un gran paso adelante en la consolidación del corredor transeuropeo mediterráneo entre la Península Ibérica y Eslovenia y Hungría.
La nueva línea cuya entrada en servicio está prevista para 2029, reforzará el atractivo turístico, empresarial e industrial de los territorios que cruce, y contribuirá al desarrollo sostenible ya que su puesta en marcha supondrá el desplazamiento de una parte del tráfico rodado al ferrocarril.
Los estudios de proyecto que se han llevado a cabo señalan que, tras la entrada en servicio de la línea y a partir de 2035, más del cuarenta por ciento del tráfico de transporte de mercancías podrá llevarse a cabo utilizando esta nueva ruta, frente al escaso nueve por ciento que se alcanzó en 2015, lo que supondría del orden de 700.000 camiones menos circulando por las carreteras para transportar mercancías.
El proyecto, que no ha estado exento de polémica a ambos lados de la frontera, cuenta con financiación europea que, para la primera fase hasta 2019, supera los ochocientos millones de euros. Según fuentes de la Secretaría de Asuntos Europeos francesa, sólo la realización del túnel bajo los Alpes, superará los ocho mil millones de euros.
Fuente: Revista Vía Libre