viernes, 8 de febrero de 2019

NOTICIAS --- La fusión Siemens-Alstom descarrila


La fusión entre las divisiones ferroviarias de Siemens y Alstom, para crear el primer campeón europeo del sector, no tendrá lugar. Las medidas correctoras de última hora propuestas por estos dos gigantes han sido insuficientes y la Comisión Europea ha decidido bloquear la operación porque hubiera limitado la competencia en el ámbito de los trenes de alta velocidad y la señalización ferroviaria. Aunque esperada, la decisión ha sido recibida con enfado en París y Berlín que ya han reclamado una refundación de las reglas europeas de la competencia.

“Sin suficientes remedios, esta fusión hubiera supuesto precios más elevados de los sistemas de señalización que aseguran la seguridad de los pasajeros y para las nuevas generaciones de trenes de alta velocidad”, ha justificado la comisaria de competencia, Margrethe Vestager, que se ha mantenido en sus trece y no ha cedido a las fuertes presiones de las dos grandes capitales europeas.

Según ha explicado, Siemens y Alstom presentaron una serie de concesiones hace menos de dos semanas pero mejoraban de forma muy “limitada” la situación y no resolvían sus preocupaciones. Por ejemplo, de haberse materializado la megafusión, la nueva empresa se habría convertido en el principal actor de Europa en el mercado de la señalización sin competencia alguna a la que enfrentarse. También habría asumido una posición dominante en el negocio de los materiales rodantes para trenes de alta velocidad.

9 fusiones vetadas en 10 años

“Tras analizar más de 800.000 documentos, el impacto negativo para la competencia era claro” así que la “Comisión ha bloqueado la fusión”, ha confirmado sobre la novena operación que el Ejecutivo comunitario veta en la última década –este miércoles ha bloqueado también otra en el sector del cobre laminado- frente a las 3.000 que han recibido vía libre. Bruselas lanzó la investigación en profundidad en julio de 2018, diez meses después de que Siemens y Alstom, líderes mundiales en alta velocidad y dos de los tres compañías más importantes de Europa en señalización, se pusieran manos a la obra para alumbrar una megafusión que Berlín y París presentaron como el “Airbus del ferrocarril”: el primer campeón ferroviario europeo capaz de hacer frente a dos gigantes de la escena mundial: la china CRRC (China Railway Rolling Stock Corporation) y la canadiense Bombardier.

Por eso el veto, pese a ser esperado, no ha sentado bien ni en Alemania ni en Francia. “El papel de la Comisión Europea, de las instituciones europeas, es defender los intereses económicos e industriales europeos. La decisión de la Comisión va a servir a los intereses económicos e industriales de China”, ha criticado este miércoles el ministro francés, Bruno Le Maire, que antes del anuncio oficial calificaba la decisión de “error político y económico”. Junto a su homólogo alemán Peter Altmaier ha anunciado la presentación de propuestas para refundar las reglas de la competencia y promover una política industrial más ambiciosa para impulsar campeones europeos.

Campeones europeos

Algo a lo que la Comisión Europea no se opone. “Para ser claros. Está bien ser grande pero este no es el problema aquí. La competencia de otros suministradores no habría sido suficiente para reemplazar la considerable pérdida de competencia debido a la fusión. Los clientes, incluidos los operadores de trenes y de las infraestructuras ferroviarias, se hubieran visto privados de elección” y también “lo contribuyentes se habrían visto afectados” porque” los gobiernos locales y nacionales también financian las infraestructuras ferroviarias”, ha insistido la danesa.

Vestager también ha rechazado los argumentos de Le Maire en relación a China al considerar que "muy improbable" la entrada de CRRC en Europa, tanto en el mercado de los trenes de alta velocidad como en el de la señalización donde no han participado nunca en ninguna licitación pública. Según la comisaria, más del 90% de las actividades de la empresa estatal china tienen lugar dentro del país asiático, ninguna empresa china ha participado jamás en una licitación en Europa ni ha construido un solo tren de muy alta velocidad. Y, tampoco hay perspectivas de que vayan a hacerlo en un horizonte previsible.

Fuente: el Periódico