jueves, 7 de marzo de 2019
NOTICIAS --- Los trenes de Teruel y Canfranc suman 200 incidencias graves en los últimos tres años
Los trenes que prestan servicio en las líneas Zaragoza-Teruel-Valencia y Zaragoza-Huesca-Jaca-Canfranc, las únicas que no están electrificadas de la comunidad, sufrieron en los últimos tres años un total de 200 incidencias graves, algo que la compañía Renfe asimila a cualquier problema que provoca un retraso en los tiempos de llegada superior a los 30 minutos.
A ellas habría que añadir los pequeños percances que causan demoras de menos de media hora y también aquellas que se derivan del mal mantenimiento de las vías, que son responsabilidad del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias y de las que no hay datos. Este fue el caso, por ejemplo, del último temporal que mantuvo interrumpidos durante una semana los servicios ferroviarios entre Jaca y Canfranc por la acumulación de nieve sobre la vía.
Así lo ha revelado el Gobierno central en respuesta a varias preguntas que fueron formuladas en el Congreso por varios diputados del PP por Teruel (Manuel Blasco), Huesca (Ana Alós) y Castellón (Miguel Barrachina) sobre las incidencias de gravedad que habían afectado a las diferentes líneas de Media Distancia de Aragón en los últimos años.
Según la información facilitada por la compañía ferroviaria, entre los años 2016 y 2018 se produjeron en la línea Zaragoza-Valencia-Teruel un total de 107 “incidencias destacables” que Renfe reconoce que se pueden imputar al material ya que son averías de los propios trenes. En la Zaragoza-Huesca-Jaca-Canfranc, el número de incidencias se elevó a 96 en este mismo período.
Solo el pasado mes de enero, el canfranero sufrió dos averías en sendos servicios que provocaron que los pasajeros llegaran a su destino con casi tres horas de retraso. Y en Teruel, dos ‘tamagotchis’ también dejaron tirados a los usuarios en dos ocasiones en menos de una semana.
Ocho automotores diésel de la serie 596, conocidos popularmente como ‘tamagotchis’, prestan esos servicios. La compañía llegó a contar con 23 unidades de este modelo fabricado en los años 80 y remozado en los 90, aunque las fue retirando en el resto de España y ahora únicamente presta servicio en estas dos líneas aragonesas y en Orense.
107 incidencias en Caspe
El Gobierno central también desvela en su respuesta a los diputados del PP datos de las “incidencias destacables” sufridas en el resto de líneas que circulan por Aragón en los últimos tres años: Madrid-Zaragoza-Caspe-Barcelona (107); Burgos-Vitoria-Pamplona-Zaragoza (57); Zaragoza-Lérida (30); y Zaragoza-Castejón de Ebro (10). En todas ellas, circulan vehículos eléctricos.
Renfe ha puesto fecha de caducidad ya a las reiteradas incidencias en los servicios de Teruel y de Canfranc al anunciar su intención de licitar el próximo mes de abril, en plena campaña electoral, un contrato millonario para comprar 43 trenes híbridos que permitirán sustituir los ‘tamagotchis’ de estas dos líneas.
No obstante, los viajeros aragoneses deberán esperar hasta el otoño de 2021 para estrenar los nuevos regionales. Y es que como expresó gráficamente el presidente de Renfe, Isaías Táboas, en su última visita a Zaragoza, los trenes “no están en las tiendas”, por lo que se requerirán casi tres años para licitar, adjudicar, fabricar y luego homologar los convoyes híbridos.
Pese a este compromiso, los colectivos de usuarios se resisten a resignarse durante estos dos años y reclaman “soluciones intermedias” a Renfe para mejorar los servicios hasta que lleguen los nuevos trenes en 2021.
En este sentido, Paco Gómez, portavoz de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Teruel, admite que los trenes “no son como un coche que llegas al concesionario, lo miras y si te gusta, lo compras y te lo llevas a casa”. Pero hace hincapié en que mientras se fabrican los nuevos convoyes, la compañía podría sustituir ya los ‘tamagotchis’ por otros. “Hay muchas soluciones posibles que no tienen que pasar solo por mantener los 596 en servicio”.
“No vemos que tengan prisa”
Además, desde Teruel dudan de que Renfe llegue a cumplir con el plazo anunciado de 2021. “Si de verdad les corre tanta prisa, deberían haber sacado ya el concurso para adjudicarlo y que se empezara a trabajar cuanto antes. Pero nosotros no vemos por ningún sitio esa intención de agilizarlo”, denuncia Gómez.
A su juicio, los actuales vehículos “no reúnen las condiciones de fiabilidad ni de comodidad ni de seguridad para prestar un servicio por el que paga el Gobierno de Aragón”. En este sentido, cree que la recientes negociaciones que mantuvo el consejero Soro con Renfe para firmar un nuevo convenio sobre los servicios regionales que circulan por Aragón, “hubieran sido el momento para levantar la voz igual que han hecho en otros territorios como Extremadura, donde el presidente del Gobierno fue el primero en ponerse a la cabeza para reivindicar una mejora de los trenes”.
“Y es lo que echamos en falta aquí, que se siga pagando por un mal servicio”, añadió. Y es que considera, además, que mientras no se renueve el material, tampoco aumentará el número de usuarios. “Pese a estos precios, a estos tiempos de viaje, a este material y a estas frecuencias, lo increíble es que todavía haya sufridores que sigan usando unos trenes en los que, en invierno, te mueres de frío porque no lleva calefacción y en verano de calor porque no funciona el aire acondicionado”, dice.
“Es inadmisible”
Desde la Coordinadora para la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón también se denuncia el material “totalmente obsoleto” que presta el servicio y urgen su renovación “porque es inadmisible que tengan tantas averías”. No obstante, Javier Garrido, su portavoz, lamenta que habrá que seguir padeciendo las continuas averías durante al menos dos años “porque hay que encargarlos, fabricarlos y homologarlos para que puedan circular con seguridad”. “Llegarán tarde, pero es cierto que no son vehículos que estén disponibles ahora en el mercado”, añade.
Javier Garrido también coincide con su homólogo de Teruel en que los continuos problemas que registran estos servicios, unido a las malas condiciones que presenta la infraestructura en algunos tramos pendientes de modernizar, “evidentemente no ayudan a atraer clientes”.
Fuente: Heraldo de Aragón