Los trenes, en el Pirineo, no solo circulan sobre raíles. El concepto del tren turístico sobre ruedas se ha adaptado en el Valle de Tena para dar a conocer la zona desde distintas perspectivas. Varias trenes ofrecen este tipo de trayectos, como el de Artouste, el más alto de Europa; el Sarrio, que conecta Panticosa con el valle de la Ripera; o el Tren Valle de Tena, que desde hace 22 años sale desde la localidad de Tramacastilla de Tena para llevar a sus pasajeros hasta lo más alto. En su trayecto realiza dos paradas, una en el ibón de Las Paúles y otra en la rinconada de Lana Mayor.
En este verano atípico, ambos trenes están circulando con total normalidad dentro de las circunstancias. El uso de mascarilla es obligatorio durante todo el trayecto, así como la desinfección de manos con gel. Por parte de los responsables, los trenes se desinfectan a diario y, aunque el aforo no debería limitarse necesariamente, sí se evita en la medida de lo posible mezclar a personas de diferentes grupos de amigos o unidades familiares.
Con todas estas medidas de seguridad, los trenes realizan trayectos a diario en vagones semicubiertos, lo que permite disfrutar de un viaje al aire libre y en contacto con la naturaleza. Este es el principal atractivo de estos vehículos que, si bien es cierto que ofrecen propuestas diferentes, se nutren de personas amantes de la montaña quienes, este año más que nunca, buscan este tipo de actividades de exterior.
El Sarrio: De Panticosa al Valle de la Ripera
Hace tres años que Pablo y Gonzalo decidieron que conectar la localidad de Panticosa con el valle de Ripera con un tren sobre ruedas con prácticamente cero emisiones al medio ambiente era una buena idea para conservar la zona al mismo tiempo que se hacía accesible a todo tipo de público.
Así nació el Tren de Alta Montaña El Sarrio, que consiste en un tractor hecho casi a medida parar tirar de los vagones semicubiertos con capacidad para 50 personas. En un trayecto de unos 50 minutos, el tren lleva a los pasajeros hasta el Valle de la Ripera, desde donde se pueden realizar varias rutas, tanto para familias con niños como para montañeros más especializados.
“La idea es que cada persona organice su plan de día y nosotros ponemos el medio de transporte”, explica Gonzalo, uno de los fundadores de la empresa. Además, no se trata de un viaje cualquiera, sino que Ripereta, la mascota y speaker de este tren, se encarga de ir detallando con las explicaciones pertinentes lo que los pasajeros van contemplando a su paso.
Una vez en destino, hay quienes optan por realizar la vuelta a Panticosa a pie, a través de una de las rutas señalizadas. La duración es de una hora y media y se considera fácil, apta para familias. Otros, en este caso personas más expertas en montaña, aprovechan El Sarrio para, desde la Ripera, realizar la caminata hasta el ibón de Catieras, una ruta de nivel medio-alto. En este caso, se debe coger el primer trayecto del tren para no quedarse sin viaje de regreso, ya que se trata de una andada larga, de unas cinco horas de ida y vuelta.
Otras propuestas desde el Valle de la Ripera para familias con niños son la ruta hasta la cascada de Tendenera, la del Rincón Verde o la del Dedo de Yenefrito. Todas ellas están señalizadas y permiten llegar con el tren a media mañana, realizar la caminata, comer y tomar El Sarrio de vuelta a Panticosa por la tarde.
Para facilitar la organización de cada grupo o familia, se puede comprar el billete sencillo o el de ida y vuelta. Durante el mes de agosto, hasta el día 30, los viajes desde Panticosa son a las 8:45, 10:30, 12:30, 14:30 y 16:30 horas. Los trayectos de vuelta desde La Ripera son a las 11:30, 13:30, 15:30 y 17:30 horas.
El billete de ida y vuelta tiene un coste de 18 euros (12 euros si es solo de ida) para adultos y de 15 (9 el sencillo) para niños hasta 12 años. Se pueden adquirir como de costumbre online y este año se ha habilitado además un servicio de venta por teléfono, para evitar aglomeraciones en las taquillas. Además, con ese mismo fin, la tienda física de Panticosa donde también se venden se ha sacado a la calle.
Desde que existe El Sarrio, el tráfico de vehículos privados se ha cortado por esta pista forestal, propiedad del Ayuntamiento de Panticosa. A ella ya solo pueden acceder el tren y los ganaderos y agricultores que tienen tierras o animales en la zona, contribuyendo así a la conservación de una vía que, además, se repara anualmente a través de un convenio entre la empresa del tren y el consistorio.
Desde su primer trayecto, en el verano de 2018, unas 4.800 personas han tomado El Sarrio. Este año, pese a haber tenido que reducir el aforo de cada trayecto, las sensaciones en cuanto a afluencia son buenas. “Al ser pequeño casi siempre está lleno y en temporadas de alta ocupación, como julio y agosto, es difícil encontrar plaza”, indica Gonzalo.
El Tren Valle de Tena, 22 años subiendo hasta lo más alto
Dos horas y cuarto es el tiempo que dura aproximadamente el trayecto circular del Tren Valle de Tena, que recorre parte de la zona para dar a conocer los principales enclaves naturales, con salidas desde Tramacastilla de Tena a las 11:30, a las 16:00 y a las 18:30 horas.
El tren, cuya máquina no es a vapor sino que lleva ruedas, arrastra dos vagones semicubiertos, con capacidad total para 72 personas. Durante todo el viaje una locución explica a los pasajeros no solo lo que pueden observar a su paso, sino también lo que se esconde detrás de las leyendas, los nombres antiguos de los pueblos y otras anécdotas que probablemente no aparecen en los libros.
En el trayecto se realizan dos paradas de al menos diez minutos cada una aunque, según explica José Luis Salicio, responsable de la empresa, “es un viaje un poco a la carta”. Así, según el grupo, el tiempo de estos altos en el camino es mayor o menor. Además, en esta planificación horaria influyen en gran medida las marmotas y otros animales con los que los viajeros se podrán encontrar en la segunda parada.
Se trata de la rinconada de Lana Mayor, el punto más alto del viaje, donde especialmente los niños viven su momento álgido. Y es que pueden ver de cerca no solo marmotas, quizás la especie más graciosa para ellos, sino también burros, caballos o vacas que se encuentran pastando en su hábitat natural.
Además de familias con niños, el Tren Valle de Tena también tiene muy buena aceptación entre el público de edad avanzada. Son personas que por el motivo que sea no quieren o no pueden subir por sus propios medios hasta zonas de alta montaña. Gracias a este viaje, pueden ver nieve en pleno mes de agosto o disfrutar de las vistas panorámicas de picos de 3.000 metros. Así como atravesar bosques de hayas y pino rojo.
Como medidas excepcionales este año, el uso de mascarilla es obligatorio durante todo el recorrido y se proporciona gel desinfectante de manos en el acceso a los vagones. Como de costumbre, para estar preparado y poder disfrutar de la experiencia en condiciones, se recomienda llevar calzado de montaña, agua, crema solar, ropa de abrigo y chubasquero.
Hasta el próximo 23 de agosto, el Tren Valle de Tena realiza a diario tres viajes, con salidas desde Tramacastilla de Tena a las 11:30, a las 16 y a las 18:30h. A partir de entonces, los trayectos se reducirán a dos, manteniendo el horario de la mañana y ofreciendo uno solo por la tarde, a las 16:30 horas.
Los billetes se pueden adquirir en el mismo lugar de salida del tren, debajo de la iglesia, una hora antes de cada viaje. El precio es de 18 euros para adultos y de 12 para niños de 4 a 8 años. Los más pequeños viajan gratis, como también lo hacen los perros, de pequeño y mediano tamaño, que son bien recibidos en el tren.
El trenecito de Artouste, el más alto de Europa
Circular a unos 2.000 metros de altitud le ha hecho al trenecito de Artouste valedor del título de tren turístico más alto de Europa. Su trayecto transcurre ya en territorio francés, aunque a tan solo 20 kilómetros de Formigal. Entre otros atractivos, el pasajero podrá, desde el tren, obtener una vistas privilegiadas del valle galo D'Ossau.
Para llegar hasta la salida del tren, cuyo trayecto es de unos 50 minutos de duración, hay que tomar el telecabina de La Sagette, a 1950 metros de altitud. Una vez en marcha, existen varias modalidades de viaje. Se pueden adquirir el billete de ida y vuelta cerrada que incluye los trayectos de telecabina y tren, así como una hora y 20 de tiempo libre en la estación del Lago. En total, es una excursión de tres horas y media con un precio para adultos de 24,20 euros y para niños de 7,20. También hay paquetes familiares de dos adultos y dos niños por 76,80 euros.
Otra propuesta de actividad es la de día completo que consiste en escoger la hora que se quiera para el trayecto de ida y regresar en el último tren que, en temporada alta, sale de la estación del Lago a las 19.15 horas. El precio, en este caso, es de 31,30 euros para adultos y 27,20 para niños. También se puede adquirir solo la ida y sacar el billete de vuelta en el Lago aunque no siempre hay plazas disponibles.
Hasta el 30 de agosto, el trenecito de Artouste sale cada media desde La Sagette todos los días desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde y los billetes se pueden comprar a través de internet.
Fuente: Heraldo de Aragón
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.