La exportación, esa a la que las empresas guipuzcoanas se aferraron y convirtieron en tabla de salvación en la anterior crisis, comienza a flaquear. El Covid ha frenado en seco la economía global durante varios meses y, aunque las cosas se vuelven a animar muy despacio, se aprecia a ya ojos vista el zarpazo del virus en las ventas al exterior de nuestras empresas. Así se desprende de los datos detallados que sobre el territorio maneja el ICEX y a los que ha tenido acceso DV. Un análisis que junto a un desplome general del 26% en el primer semestre - el más intenso de todo Euskadi- deja entrever algunos casos llamativos como el del Reino Unido.
Y es que las compras desde aquel país a las empresas del territorio han pasado de doblarse en un extraordinario 2019 (crecieron un 115% respecto a 2018 hasta sumar 1.225 millones de euros) a caer a la mitad en el primer semestre del presente ejercicio, con un desplome del 49,6% y apenas 283 millones de euros movilizados.
Todo esto cuando apenas quedan tres meses para que se consume el Brexit sin que, por el momento, se vislumbren demasiadas opciones de que Bruselas y Londres alcancen un acuerdo para tan importante divorcio. El retroceso ha hecho que Reino Unido pierda el segundo puesto entre los grandes compradores de las empresas del territorio y ceda ese puesto a Alemania, que en 2019 ocupó la tercera plaza con 786 millones de euros, por detrás de Francia, que sigue liderando claramente esa clasificación.
¿Qué ha pasado? ¿Hay que preocuparse ante ese retraimiento de las compras del que, a fin de cuentas, se había convertido en nuestro segundo comprador en todo el mundo? A pesar de lo que pueda parecer, no hay mayor problema, más allá de que es complicado que se repitan ya números como los de 2019.
Tres son las grandes claves en las que se apoya esta mala tendencia de la relación comercial Gipuzkoa-Reino Unido en 2020 que, según todos los indicios, se mantendrá al menos en el corto plazo. La primera y más evidente hay que buscarla en Beasain.
Es sencillo. El gran 'culpable' de que la exportación a Reino Unido pasara de los 570 millones de 2018 a 1.200 millones de 2019 no es otro que CAF, que el año pasado entregó un gran número de trenes derivados de importantes contratos ganados tiempo atrás y fabricados casi en su totalidad en Gipuzkoa.
Particular calendario
Y es que el negocio de los trenes se mueve en una muy particular escala temporal, pues los envíos se producen varios años después de las adjudicaciones, lo que hace que, en el caso guipuzcoano, nuestra exportación sufra semejantes dientes de sierra en función del ritmo de entrega de la primera industria del territorio.
El ejemplo de 2019 es claro, pues los 654 millones exportados en trenes a Reino Unido eran en realidad 'hijos' de tres importantes contratos rubricados en febrero de 2015 (con la franquicia escocesa Caledonian Sleeper), en enero de 2016 (con el operador Arriva UK) y en mayo de ese mismo año con la firma First Group.
Aún quedan pedidos británicos que fabricar ganados en años posteriores, aunque en este caso algunos de esos trenes se harán en la planta que CAF ha levantado en la localidad galesa de Newport, con lo que no toda esa cartera alegrará la exportación guipuzcoana.
Acopio
Otra de las razones que explican el retraimiento de las ventas a Reino Unido es lo que podríamos llamar el 'efecto Brexit', y es que el año pasado, ante la enorme incertidumbre que generó la salida de Gran Bretaña del club europeo a ambos lados del canal de La Mancha, muchas empresas optaron por adelantar operaciones. No estaba nada claro qué sucedería con las fronteras y, por ende, con las mercancías, y no fueron pocos los que decidieron hacer acopio (sobre todo de bienes intermedios) ante la pobilidad de un colapso total.
Eso condujo, una vez más, a que 2019 fuera extraordinario, al realizarse entonces muchas ventas que, en condiciones normales, podrían haberse hecho después.
Evidentemente, otro de los condicionantes, en este caso para todos los países, es el terremoto que el Covid ha supuesto en la economía mundial. El confinamiento, el cierre de fábricas y todo el maremágnum de consecuencias negativas generadas por la pandemia han ensombrecido el comercio internacional, golpeando con especial dureza a territorios muy abiertos al exterior como el guipuzcoano.
Esa terna de factores es la que explica el retroceso de casi el 50% de la exportación guipuzcoana a Reino Unido hasta junio. Unas ventas que en un 91% corresponden al ámbito industrial. El resto de las operaciones están relacionadas con el segmento agroalimentario.
Pero, ¿qué vendemos los guipuzcoanos a los británicos? Los documentos del ICEX relativos al primer semestre de este atípico y apagado 2020 revelan que tras los trenes (de los que se han vendido casi 100 millones, un 35% del total, aunque conuna caída del 60% sobre 2019), los sectores más activos son los de productos de fundición (38 millones, un 13,6% del conjunto y una caída del 59%) y los equipos y componentes de automoción, que han sufrido un descenso interanual del 40%.
No les ha ido mucho mejor a otros sectores también importantes en las relaciones comerciales con Reino Unido como son los de material ferroviario (con un desplome del 65%) o los automóviles, con un 44% menos que en 2019. La cara amable de la exportación hasta junio la aportan -aunque con cifras muy pequeñas respecto al dato global- la maquinaria de construcción y obra civil (cuyas ventas han crecido un 70% hasta los diez millones) y la pasta de papel, con un alza interanual del 42%. A título anecdótico, encontramos un repunte del 222% en el segmento 'preparaciones para sopas' entre los envíos guipuzcoanos a Reino Unido.
Fuente: El Diario Vasco
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