Drones personales, vehículos autónomos, túneles sin tráfico, bicicletas eléctricas, cápsulas que acelerarán hasta 1.000 km/h, aviones supersónicos y vuelos suborbitales. Los nuevos medios de transporte prometen librarnos de atascos y esperas, y conectarán los extremos del planeta en unas horas. El mundo será más pequeño y más limpio.
Se espera que, entre los años 2020 y 2030, estos medios de transporte inteligentes ya sean una realidad al alcance de los usuarios, por lo que conocer sus tecnologías y características, basadas en los llamados Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS), va a ser una prioridad.
La sinergia entre la inteligencia artificial y la física de materiales, unidos al auge de la llamada economía colaborativa, prometen cambiar pronto y de forma radical el mundo del transporte.
¿Cuáles serán los medios de transporte del futuro?
El ‘carsharing’, los vehículos eléctricos, el transporte multimodal ‘contactless’ y los trenes de levitación magnética son ya una realidad y el comienzo de una red de transporte urbano sostenible, eficiente y más tecnológica, a la que se irán incorporando otros medios de transporte no tan usuales como pueden ser los aerotaxis, las cápsulas de alta velocidad (Hyperloop), la conducción autónoma, el avión-tren (ClipAir), el autobús elevado de tránsito (Straddling bus) y el teleférico transfronterizo.
Las empresas ya están dando vida a estos nuevos sistemas y tecnologías de transporte, y en los próximos años no solo habrá que redefinir la movilidad y el transporte público, sino brindar los servicios que conllevan, más centrados en el usuario, y replantear tanto sus condiciones reglamentarias como legales.
¿Cómo será la movilidad del futuro?
La digitalización y la sostenibilidad están redefiniendo la movilidad. El transporte del futuro será intermodal, eléctrico, personalizado, sostenible y conectado.
En el contexto de las ‘smart cities’, el uso de sistemas de transporte sostenibles, seguros e interconectados posibilitará a usuarios y empresas acceder a información relevante acerca de los medios disponibles en tiempo real, lo que a su vez permitirá ahorrar tiempo y mejorar la eficiencia de los desplazamientos y entregas de pedidos, se reducirán los accidentes y emisiones, se mejorará la calidad de vida en las ciudades y la contaminación ambiental.
El futuro del transporte dentro de una ‘smart city’ se apoyará tanto en la digitalización de la movilidad (conectividad 5G, movilidad autónoma, big data y analítica avanzada, internet de las cosas, ‘blockchain’ y regulación tecnológica) como en la sostenibilidad del transporte (transporte compartido, uso de nuevos combustibles alternativos, transporte intermodal, concienciación medioambiental y regulación del transporte).
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta el sector?
Por suerte, estamos siendo testigos de los primeros pasos de los vehículos que se usarán en el futuro, los métodos de desplazamiento que pondrán fin a muchos de los actuales problemas (sobrepoblación, atascos, accidentes, contaminación, etc.) son: cápsulas capaces de transportar pasajeros entre ciudades a una velocidad de 1.000 km/h, drones de pasajeros para ir de un edificio a otro evitando el asfalto, coches sin conductor en los que poder aprovechar el tiempo de viaje para charlar, leer o jugar, o bicicletas eléctricas con las que recorrer de forma limpia las ciudades del siglo XXI. Su implantación no será sencilla, y no necesariamente por obstáculos técnicos. Muchos de estos sistemas de transporte requieren cambios sociales, legales y de diseño urbano que tardarán décadas en hacerse realidad.
Un constante desafío tecnológico
El transporte y su evolución es objeto de debate actualmente, no solo por la contaminación ambiental, sino también por la transformación digital que está experimentando y la adopción de nuevos modelos de movilidad. Al mismo tiempo, predecir como va a ser el futuro de este sector sería como buscar una aguja en un pajar. Se pueden entrever algunas líneas futuras de investigación, pero si algo se ha aprendido en los últimos años es que este sector se enfrenta, como el resto de sectores industriales, a un constante desafío tecnológico, donde lo que hoy sirve, mañana resulta obsoleto y lo que parecía inamovible, puede ‘desaparecer’ en cuestión de poco tiempo.
Quién y qué se investiga
Se investiga en gestión del transporte bajo demanda, sistemas inteligentes de transporte, movilidad integral, seguridad vial, vehículos automatizados, pavimentos configurables, autopistas inteligentes... En España, la compañía valenciana Zeleros está desarrollando un sistema de transporte por cápsulas; el centro tecnológico vasco Tecnalia, el primer prototipo de aerotaxi sin piloto; la Plataforma Transporte Interdisciplinar (PTI) Mobility 2030 del CSIC y la DGT abordan planes de investigación cuyo reto global es conseguir una movilidad sostenible y saludable, reduciendo las emisiones y mejorando la calidad del aire y la vida en las ciudades de la próxima década.
Fuente: Heraldo de Aragón
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