En el caso de Paracuellos de la Ribera, se han reunido cerca de una treintena de vecinos, que han formado una pequeña marcha desde la plaza del pueblo hasta la estación, refugiándose de la llovizna de la mañana en los antiguos muelles de carga, en desuso desde hace más de 50 años. "Pedimos de manera pacífica que vuelvan los que suspendieron y los que no paran. Eran trenes que, por su horario, favorecían que la gente pudiera subir a Calatayud y en dos horas podían volver y no estar allí todo el día", describe Javier Solanas, alcalde de la localidad, al que acompañaba Pilar Marco, vicepresidenta de la demarcación bilbilitana.
"Nos dejan totalmente aisladas y dependiendo de buscar quién nos puede llevar y traer. No sé cómo lo vamos a hacer ¿Los que estamos aquí y no tenemos medio de transporte qué hacemos?", se preguntaba María Estirado, de 75 años, a quien acompañaba María Narvión, de 84, ambas usuarias habituales de la línea que ahora se quedan en la estacada. "Muchos días la gente sube al tren y tiene que ir buscando al revisor, que no se molesta. Así pueden justificar que no hay demanda, que cómo va a haberla si los que tienen mayor demanda los quitan", asume Solanas.
Para Pedro Alba, presidente Asociación Cultural Amigos de Paracuellos de la Ribera, el caso de Embid de la Ribera, colindante con su localidad y pedanía de Calatayud, "todavía tiene más problemas". "De los pocos trenes que pasan, alguno ni les para", detalla el también teniente de alcalde. Asimismo, subraya que se trata de "un servicio básico para la gente mayor que está en el pueblo, que sin el tren que había antes de la pandemia ahora tienen pasar toda la tarde hasta la noche o buscarse otros medios. Y eso es un gasto grande y una complicación añadida a las que ya tenemos los pueblos de por sí", insiste.
"Sin el transporte público, las zonas rurales van a acelerar su proceso de degradación. No tiene sentido que una zona como esta que tenía una conexión ferroviaria con Calatayud y Zaragoza la vaya perdiendo por la dejadez e inoperancia de Renfe, que únicamente piensa en obtener beneficios económicos, pero a quien la sociedad la importa bien poco", han señalado los organizadores a través de un comunicado. Preguntada a mediados de marzo sobre esta petición popular, la operadora insistía en que no había cambio de planes para ampliar las expediciones y paradas dado el actual nivel de demanda.
Las peticiones concretas de esta manifestación son que Renfe restituya el tercer tren en cada sentido que suprimió con la declaración del estado de alarma y que todos ellos vuelvan a parar en todas las estaciones y apeaderos de la línea, que se estudien unos mejores horarios que den un buen servicio a la zona, y que se sustituyan los actuales trenes, con décadas de uso, por otros más nuevos y que no sufran constantes averías, detallan los organizadores.
"Si de rentabilidad se trata, de lo que tendrían que recortar es del AVE, que es un pozo de perder dinero. En cualquier caso, una empresa pública como Renfe no debe tener como objetivo la rentabilidad económica sino dar un servicio público en condiciones dignas", argumentaban los convocantes. Los coordinadores de la movilización indican que se han puesto en contacto con varias entidades en defensa del ferrocarril en Aragón, con el objetivo de promover nuevas movilizaciones para que tanto el Gobierno de Aragón, como Renfe, tomen medidas al respecto.
"No creen en el desarrollo rural ni en el desarrollo sostenible, todo el discurso sobre la España vaciada es pura retórica política", afirmaron. A este respecto, Pedro Cuenca y Cristina Ciudad, de Paracuellos de la Ribera, lo tenían claro: "Hablan de la despoblación y España vaciada, pero con esto aun va a estar más vaciada". Y María Pilar Cuenca, argumentaba que "si quieren que haya gente en los pueblos y no amontonados en la capital, tiene que haber servicios. No es cuestión de dinero, sino de actitud y dignidad para los pueblos".
Fuente: Heraldo de Aragón
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