Además, hay que sumar otras consecuencias derivadas de la pandemia como la menor facturación por la comisión de venta de títulos de transporte, que ha experimentado una caída de ventas similar a la disminución de viajeros. Igualmente ha ocurrido con los ingresos comerciales de las tiendas y la publicidad exhibida en las instalaciones de la compañía debido a la drástica disminución del número de usuarios que han accedido a la red de Metro.
La empresa pública madrileña se ha enfrentado durante 2020 a desafíos como gestionar la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 sin dejar de prestar servicio ni siquiera en los momentos más complicados de la pandemia; hacer frente a una caída de la demanda sin precedentes en la historia de la compañía; y velar por la salud y la seguridad tanto de sus usuarios como de sus trabajadores, en un escenario marcado por la incertidumbre.
El incremento del endeudamiento en 64 millones de euros ha permitido hacer frente a esta situación de menores recursos generados por la compañía con una caída del resultado operativo de 55 millones de euros, y prepara al suburbano para el escenario planteado en 2021 por la evolución que la demanda está teniendo en estos meses iniciales del año, que es similar a la de 2020.
Fuente: Metro de Madrid
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