Los ramales ferroviarios que conectan la estación de mercancías de la plataforma logística Pla-Za con las naves ya están concluidos y listos para operar -con casi tres meses de retraso-, pero de momento, ninguna empresa lo utilizará de forma inminente. La única compañía que podría hacerlo ya, Hierros Vehizasa, no tiene fecha prevista para que los trenes lleguen hasta su nave directamente. Fuentes de la empresa aseguraron ayer que "no hay plazo".
Las otras tres firmas que han confirmado su presencia en la zona ferroviaria de Pla-Za (BSH, Coalvi y Pikolín) tienen sus instalaciones en obras y está previsto que concluyan a lo largo de este año y del que viene. Pikolín, por ejemplo, se encuentra aún en fase de proyectos y todavía no ha comenzado a levantar su nave. Ocupará 217.000 metros cuadrados de los 671.951 de la zona ferroviaria. BSH, en cambio, según los plazos previstos inicialmente podría comenzar a operar este mismo año. Tendrá unas instalaciones de 130.000 metros cuadrados. Coalvi se ubicará en 25.000.
Estas empresas, si quieren beneficiarse de las ventajas que supone el transporte de mercancías por tren, deberán adecuar sus instalaciones y conectarlas con la infraestructura principal en la que la Plataforma Logística de Zaragoza ha invertido 7,1 millones de euros. No obstante, el trasiego de convoyes tardará en producirse. Supondrá un ahorro de costes y la reducción del número de camiones de forma importante.
Los últimos trabajos de esta infraestructura se han centrado en adaptar el 'software' para que estos ramales se incluyan en el sistema de control del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias y en los últimos días, los operarios se han dedicado a vallar el ramal para impedir el acceso a las vías y evitar cualquier contingencia.
El proyecto consiste en la construcción de una única vía con derivaciones dentro de la terminal, todas ellas sin electrificar, sobre balasto y con traviesas que penetran en Pla-Za a partir de un desvío en la de acceso al complejo ferroviario. Dependiendo de su utilización, cada una de las vías proyectadas tiene diferentes posibilidades. Se podrán utilizar como estacionamiento, de carga y descarga o como vías mango (sirve para apartar máquinas y vagones durante las maniobras).
La Ronda Sur, necesaria.
Sin embargo, esta infraestructura no será completamente funcional hasta que se construya la ampliación de la Ronda Sur ferroviaria. Este proyecto, que aún no tiene partida presupuestaria, permitirá desviar los trenes de mercancías de Zaragoza y dar operatividad a la macroterminal de mercancías de la plataforma logística. Requiere más de 175 millones de euros de inversión, un 75% más sobre la previsión inicial de la sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad, ya que a la prolongación prevista de la variante desde Pla-Za hasta Grisén se le ha unido también la duplicación del corredor existente.
El Ministerio de Fomento ha sacado recientemente a información pública el estudio informativo, en el que se plantea un trazado en paralelo de la línea del AVE a lo largo de 40 kilómetros. Su construcción permitirá liberar el corredor de la carretera de Logroño, ya que los trenes de mercancías dispondrán a partir de entonces de un corredor exclusivo y de alta capacidad, diseñada para que se pueda circular a una velocidad máxima de 160 km/h.
La ingeniería Ayesa ha planteado hasta 18 posibles soluciones que se diferencian entre sí por la distancia de la Ronda Sur a la línea de alta velocidad, aunque se decanta por tres de ellas. En los tres casos se plantea la construcción de la citada vía doble desde Grisén y Plasencia de Jalón hasta Pla-Za, con una longitud de casi 17 kilómetros, y la duplicación de la vía única existente en la Ronda Sur. Se requerirá, como mínimo, cinco años para prolongar la vía hasta Grisén.
Fuente: Heraldo de Aragón (www.heraldo.es)