Los cerca de 3.000 viajeros afectados por la rotura de la catenaria del AVE en Zaragoza, hace justo una semana, no tendrán derecho a una indemnización. El ente público Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha comunicado finalmente a Renfe que el incidente fue debido a causas ajenas al servicio y al funcionamiento de la infraestructura, por lo que la compañía señaló ayer a este diario que el compromiso de puntualidad no se podrá aplicar en este caso.
También se han quedado sin ningún tipo de compensación los viajeros de los trece trenes que un día antes, el 31 de enero, sufrieron también retrasos por el robo de cableado del sistema de señalización del AVE, en los mismos accesos a Zaragoza.
Mientras Renfe daba cuenta de la situación, el gabinete de comunicación del ADIF no informó sobre si había concluido la investigación ni tampoco del traslado del aviso de las causas a la operadora pública. «No nos han dicho nada», se limitaron a contestar.
Como informó este diario, la catenaria de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona se rompió en tres puntos del entorno de la capital aragonesa a las 10.40 del pasado martes, lo que obligó a suspender la circulación durante una hora y media y restablecer la circulación en precario durante el resto de la jornada.
Sólo la indemnización a los 1.500 viajeros que sufrieron un retraso medio de media hora hubiera supuesto un importante coste, cercano a los 90.000 euros, ya que las demoras superiores a 30 minutos se compensan con la devolución íntegra del precio del billete. Y la factura habría superado con creces los 100.000 euros con los cientos de viajeros que perdieron más de 15 minutos, que con el compromiso de puntualidad tienen derecho al 50%.
Técnicos del ADIF indicaron ayer que la rotura de la catenaria sólo pudo deberse a las obras de ampliación de la Ronda Norte (Z-40), dado que el hilo de suministro de energía se partió justo debajo de un viaducto en construcción en el que justo la noche anterior se habían colocado tres vigas. Primero se especuló con que un objeto suelto había acabado por dañar la catenaria, pero tras revisar el trazado ferroviario y la obra, con personal de la propia contratista, no se encontró ninguna prueba al respecto. Luego se apuntó la tesis de una posible caída accidental de agua sobre la traza ferroviaria, pero tampoco se ha podido demostrar con hechos fehacientes.
Aunque desde el ADIF se apunta a la contratista de la Ronda Norte, las citadas fuentes del ente público señalaron que no se le ha comunicado nada a la contratista por el momento, pese a que se le hace responsable. «Será muy difícil plantear una reclamación legal por los daños, porque no se puede demostrar. No existen pruebas concluyentes ni se encontró nada en la revisión que se hizo con el personal de la contratista el mismo día del suceso», reconocieron.
También mostraron la extrañeza existente en el ADIF por la rotura de la catenaria en otros dos puntos de los accesos de Zaragoza, a nueve y diez kilómetros de distancia al este y al oeste de la primera incidencia. Una sobretensión eléctrica, a raíz del cortocircuito inicial, es la causa más probable, junto al fallo de las protecciones existentes en este tramo, dependiente de la subestación eléctrica de Zaragoza. «Cuando salta el suministro se producen hasta tres reenganches automáticos y la tensión se llega a triplicar al ponerle de nuevo en carga», añadieron.
Primer caso de ruptura múltiple.
En este sentido, incidieron en que la catenaria se rompió como consecuencia de la sobrecarga en los puntos «más débiles», algo que, a priori, es «muy difícil» de detectar en los trabajos nocturnos de mantenimiento y auscultación de la línea Madrid-Barcelona a lo largo de sus 659 kilómetros de longitud. «No había pasado nunca que la catenaria se rompiera el mismo día en tres puntos distintos. Es muy raro», concluyeron.
Dos días seguidos de incidencias en el mismo punto de Zaragoza. La línea de alta velocidad, a su paso por Plaza, sufrió el 31 de enero el robo de cableado y al día siguiente, la rotura de la catenaria.
Fuente: Heraldo de Aragón (www.heraldo.com)