miércoles, 14 de diciembre de 2016
NOTICIAS - Renfe echa un pulso a la DGA y deja de vender billetes para los regionales
Los viajeros que ayer intentaron conseguir un billete para algunas de las líneas ferroviarias de Media Distancia o regionales que discurren por Aragón para el próximo mes de enero se encontraron con un mensaje de error en la página web de Renfe. La compañía ha suspendido la venta de estos trayectos, en internet y en taquilla hasta nuevo aviso, en medio de la negociación con el Gobierno aragonés para tratar de dirimir qué Administración debe hacerse cargo de los 4,3 millones de euros que cuesta mantener en funcionamiento unos servicios que son deficitarios. Y deja de vender pasajes de todos los trayectos relacionados con la comunidad, salvo los del AVE y Larga Distancia, incluso aquellos que se consideran de prestación obligatoria por parte del Ministerio de Fomento.
Pero esta suspensión temporal en la DGA no se la han tomado con dramatismo ni enfado. Lejos de interpretarse como una medida de presión en el diálogo, el consejero de Vertebración Territorial, José Luis Soro, lo atribuyó ayer a una «cuestión técnica» vinculada a las necesidades de gestión que no enturbia la «perfecta sintonía» con la compañía. De hecho, aseguró que en los próximos días espera poder anunciar un acuerdo en el que mantenga el actual compromiso de mantener estos trayectos hasta alcanzar con Fomento una solución definitiva. Porque asevera que con la compañía ya está pactada.
Fantasmas del pasado
Pero los usuarios, de momento, se quedan sin poder comprar, para viajar en medio de las fiestas navideñas o simplemente ir a trabajar en tren. Porque ni para una cosa ni la otra hay billetes por ahora. Y en un compás de espera que reaviva los fantasmas del pasado reciente con Renfe. Más aún cuando la empresa acaba de cambiar de presidente. La salida de Pablo Vázquez, anterior interlocutor en la negociación con la DGA, ha dado paso a la llegada de Juan Alfaro, el actual. Y con ello la suspensión de la venta de billetes.
Mientras, las líneas regionales llevan desde el 2015 funcionando por una suerte de inercia desde que el actual Gobierno de Aragón decidiera suspender el pago por un convenio con Renfe que le suponía una factura anual de 4,3 millones de euros. Aragón no lo ha pagado en el 2016 porque opina que debe ser Fomento quien pague, aunque lleva aportados 10,71 millones para que no desaparezcan las líneas y nadie garantiza que no vaya a reclamar su parte a la DGA a cambio de volver a vender billetes.
Ha pasado el año de margen que se dio en enero con Renfe y, como ya hizo el año pasado, esta ha decidido nuevamente suspender la venta de billetes. Aunque Soro reconoce que en los últimos meses no se ha podido avanzar en el acuerdo por la falta de un interlocutor en Madrid. «El Gobierno en funciones del PP ha estado mucho más tiempo de lo que cualquiera podía esperar», expresó el consejero. Él pretende una «revisión en profundidad del sistema ferroviario», planteando cambios en horarios, frecuencias y materiales. Y confía en que no hayan pasos atrás en lo pactado.
Período de carencia
Así, los próximos meses se abrirá un nuevo periodo de carencia en los que Aragón tendrá que abordar el asunto en la Comisión Bilateral con el Estado, para la que todavía no existe fecha. Si no existen avances y Fomento se niega a asumir el coste de los servicios deficitarios, el próximo 31 de julio se deberá hacer frente a la mitad del coste. El 30 de septiembre otro 25% y el 1 de noviembre el resto. Son plazos que Soro tiene marcados, aunque asegura que la DGA «va en serio» en la defensa de los servicios. «Debe pagarlos el Gobierno central», insistió.
Pese al «esfuerzo» por haber saldado la deuda que la coalición PP-PAR acumuló con Renfe, ya que hasta el 2015 únicamente se había abonado un 14% del total. De los 378 trenes que cada semana cubren trayectos con origen en Aragón, 300 son financiados por Fomento, mientras que los restantes están en la cuerda floja por la falta de rentabilidad. En general, son trayectos usados por trabajadores y estudiantes para desplazarse desde sus poblaciones de origen a Zaragoza.
Fuente: Periódico El Periódico de Aragón