viernes, 26 de junio de 2015

NOTICIAS - Último aviso para el AVE a Valencia: Alsa es la única esperanza de Fomento


Alsa, el grupo asturiano de transporte por carretera que preside Jorge Cosmen, se ha convertido en la última esperanza del Gobierno para sacar de la vía muerta el proyecto de liberalización del AVE que la ministra de Fomento, Ana Pastor, está decidida a llevar a cabo antes de que termine la legislatura. La apertura del mercado ferroviario en España es una de las grandes asignaturas pendientes con la que vienen tropezando desde hace años todas las compañías del sector privado que pretenden subirse al tren de la Alta Velocidad para competir con el viejo monopolio de Renfe.

La piedra angular de todo el proceso reside ahora en el célebre concurso del corredor Madrid-Levante, cuya privatización fue aprobada por el Consejo de Ministros hace ahora un año. La operación establece la adjudicación de una única licencia o título habilitante en la línea de AVE que conecta la capital con Castellón, Valencia, Alicante y Murcia y los distintos ramales derivados desde estas localidades. El futuro operador podrá fijar rutas, frecuencias y tarifas durante un plazo de siete años hasta la completa liberalización ferroviaria acordada por la normativa de la Unión Europea.

La licitación pública se ha visto retrasada a lo largo de todos estos meses como consecuencia de las discusiones entre los departamentos de Hacienda y de Fomento acerca del canon que los operadores ferroviarios tienen que pagar al Administrador de Infraestructuras (Adif). Después de un largo y tedioso tira y afloja, Cristóbal Montoro ha decidido salir por la tangente y zanjar la cuestión con una rotunda negativa a cualquier tipo de medida que suponga un recorte de los ingresos que cobra el Estado por la utilización de la vía férrea.

Negativa de Montoro a Gómez-Pomar

La decisión de Hacienda fue comunicada por el propio ministro al secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, en una reunión ordinaria de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos a la que no pudo asistir la ministra por razones de agenda. Desde ese momento, los operadores potenciales que esperaban ' en el andén' del AVE ya saben a qué atenerse, lo que ha provocado la lógica desbandada. Con los actuales cánones de Adif, los números para hacer frente a Renfe no salen en ninguno de los planes de negocio que manejan las empresas privadas, de modo que el viaje de la liberalización ferroviaria se ha convertido en una verdadera aventura.

Compañías como Veolia, integrada en el Grupo Planeta; Acciona, Globalia y las grandes constructoras que desde hace tiempo habían mostrado su interés por acudir al supuesto panal de miel han decidido replantear su estrategia antes de que sea demasiado tarde. El Gobierno ha debatido internamente también la conveniencia de retirar el concurso antes de que quede desierto por falta de ofertas competitivas, pero la ministra de Fomento no es de las que tiran fácilmente la toalla y quiere seguir adelante con el proceso.

Como ya ocurrió hace unos meses con la salida a bolsa de Aena, Ana Pastor se ha empeñado ahora en dar el toque de silbato a la privatización del AVE. Contra tirios y troyanos, sin rebaja del canon y ante la incredulidad de la dirección de Renfe, el Ministerio de Fomento apura el pliego de condiciones para anunciar las bases del concurso antes de agosto. En el peor de los casos, la licitación se hará oficial a la vuelta de las vacaciones de verano que este año se presumen escasas para todos los miembros del Gobierno y sus primeros equipos directivos.

a carta en la manga que maneja la ministra no es otra que Alsa, la empresa de transportes adquirida pro el grupo británico National Express en el año 2005. La compañía de origen asturiano está dispuesta a asumir el coste de oportunidad para entrar en un mercado con gran desarrollo potencial y que permanecerá bajo regulación estatal hasta el año 2021. La apuesta de Alsa supone un gran favor político para Ana Pastor y situaría a la compañía en una situación privilegiada ante la eventual liberalización de alguno de los otros grandes corredores del AVE. La línea ferroviaria a Levante registró el pasado ejercicio 1,8 millones de viajeros, lo que supone un 27% del total de personas que cada año se trasladan entre Madrid y Valencia. Un porcentaje que ofrece todavía un importante recorrido para aumentar el negocio a futuro.

Fuente: El Confidencial