miércoles, 18 de julio de 2018

NOTICIAS --- Zaragoza se une al Mediterráneo


La celebración de la Expo de Zaragoza precipitó muchos acontecimientos en Aragón, no todos ellos relacionados con el agua o el urbanismo. En el terreno de las comunicaciones ferroviarias fue en el mes de febrero del 2008 cuando se produjo un cambio sustancial para el mapa de las comunicaciones autonómicas.

La conexión en AVE con el Mediterráneo, con la llegada de los trenes a Barcelona, fue un hito significativo ya que desde octubre del 2003 la alta velocidad se detenía en Lérida. Para llegar a la costa era necesario viajar en Talgos que empleaban casi siete horas en hacer el recorrido. Pocos meses antes de la Expo las distancias se redujeron a una hora y media con una decena de frecuencias.

Y con los nuevos trenes y las multiplicación de frecuencias cambió parte del comercio y el ocio aragonés. La parada en Tarragona acercó las playas de la Costa Dorada y las zonas turísticas. Para llegar al destino de vacaciones ya no fueron necesarias más de tres horas en coche o autobús. Algo parecido a lo que sucedió con los aeropuertos de Barajas y el Prat. Cientos de destinos internacionales quedaron a poco más de dos horas de la capital aragonesa.

Para los negocios las comunicaciones también fueron fundamentales. Algo que demuestra que en la actualidad se detengan en la estación de Delicias más de 30 trenes diarios. Casi 783.000 viajeros usaron estas conexiones el pasado año. Un aumento significativo con las 196.000 personas que utilizaron la conexión con Barcelona en el primer año de implantación.

Desde Renfe se trabajó con interés en comenzar a explotar el trazado entre Zaragoza y Barcelona en el año de la Expo. Por falta de presupuestos las obras acumulaban un notable retraso que se pudo solventar pocos meses antes de la apertura de una celebración internacional que sirvió como aliciente en sus primeros pasos. Y con el avance del tiempo ha permitido situar la capital aragonesa como uno de los destinos de turismo interior más valorados por los visitantes.

En términos similares se puede valorar el efecto del tren en ciudades como Huesca, Calatayud o Tardienta. El mapa de la alta velocidad ha sido un elemento fundamental para la vertebración y el impulso comercial de áreas tradicionalmente olvidadas y muy mal conectadas con las zonas vecinas.

Mejora de precios

En el lado negativo de la consolidación de la alta velocidad que se vivió en el 2008 en Zaragoza están las promesas incumplidas. Más allá de la segunda estación prevista para Plaza, queda por cerrar el entorno del Portillo y saldar la deuda millonaria de la empresa que debía gestionar los terrenos que se liberaron en la zona.

Las cifras globales confirman el éxito de una línea que une las principales ciudades del estado, pues más de 85 millones de pasajeros han realizado el trayecto entre Zaragoza y Barcelona en los últimos diez años. Y la bajada de precios generalizada del 2013 fue un factor decisivo para subirse al AVE. De hecho, en el 25,3% de los casos el billete se obtiene con descuento.

Fuente: El Periódico de Aragón