sábado, 2 de mayo de 2015

NOTICIAS - Comisión Europea: "Los beneficios del AVE sólo se evalúan pasado el tiempo"


La vicepresidenta de la Comisión Europea, Kristalina Georgieva, se ha embarcado en una revolución silenciosa para aumentar la efectividad del billón de euros con el que cuenta el presupuesto europeo hasta 2020. Está aplicando con mano firme una nueva estrategia para optimizar el uso de fondos comunitarios, tras el aviso dado por el Tribunal de Cuentas de la UE.

Además, está realizando un empleo más flexible de la prefinanciación dada por Bruselas, para discriminar a los beneficiarios según su tamaño, y quiere aprovechar más la ingeniería financiera para multiplicar el impacto de la hucha comunitaria. Durante una entrevista este lunes en su despacho con elEconomista, la comisaria búlgara señala al conocido como plan Juncker como ejemplo de este nuevo periodo.

"Es muy importante para nosotros ver cómo podemos hacer más con los fondos europeos", porque, como reconoce, los tiempos de la abundancia han terminado. España es uno de los países que más se han beneficiado de la llegada del maná europeo, y también donde el final de esta abundancia dejó una resaca más dura. Por eso, "también queremos que en España aumente el valor que se logra centrándonos en los resultados que se consiguen con los fondos europeos".

Este principio es el mismo que late tras el debate sobre la inversión en obra pública en España, en particular en el AVE, financiado en una significativa porción por fondos europeos (la mitad en el caso de la línea Madrid-Barcelona). Aunque Georgieva intenta evitar una respuesta directa sobre la expansión del AVE, lanza un aviso desde su larga experiencia en gestión de proyectos, que incluye su paso por el Banco Mundial. En infraestructuras como el tren de alta velocidad "necesitas algo de tiempo para identificar claramente los beneficios sociales y económicos".

El ejemplo japonés

Así recuerda que, cuando el Banco Mundial financió el tren bala en Japón, se debatió si se estaba haciendo un buen uso del dinero. Si en los primeros años surgieron algunas dudas sobre si se había expandido demasiado rápido, "ahora los datos dicen categóricamente que fue uno de los factores más importantes para convertir a Japón en una economía muy competitiva, y muy rápido". Aunque cree que es bueno y "legítimo" este tipo de debates, porque ayuda a evaluar mejor los proyectos, piensa que "hay que darle [al AVE] algo de tiempo y ver el impacto en la economía, antes de saltar muy rápido a conclusiones". El problema, reconoce, es que con este tipo de obras no se puede juzgar con claridad hasta al menos una década después de la construcción.

Georgieva se muestra interesada por el debate, así como por la evolución de la alta velocidad en España. Con una mezcla de pragmatismo y templanza, recuerda que "normalmente, cuando modernizas, los cambios siempre generan resistencias, pero se debe esperar a ver los beneficios para tener un debate objetivo con indicadores." Mientras, avisa con una sonrisa que "la próxima vez tendré que viajar en vuestros trenes y verlo por mí misma". Sin embargo, no tiene aún una fecha prevista para comprobar los beneficios de la alta velocidad española, ya que el reajuste del presupuesto europeo, la posible revisión el próximo año de las perspectivas financieras (2014-2020), o la negociación del plan Juncker le mantienen ocupada. Y en este contexto, "en el que nos movemos hacia un presupuesto más apretado, con una mayor demanda de fondos europeos, unido a la necesidad de acelerar la recuperación, hay espacio para expandir el uso de instrumentos financieros innovadores".

"Podemos apalancar parte del presupuesto europeo para inyectar más financiación en la economía, cuando la percepción del riesgo es relativamente alta y la liquidez en el sistema es muy lenta para fluir hacia la economía real", explica. En este sentido, programas anteriores como Cosme para pymes o el plan Juncker representan este cambio de paradigma. "Si por cada euro del presupuesto europeo generamos uno en inversión es bueno, pero no lo suficiente. Si multiplicamos la inversión por 15, como esperamos con el nuevo plan de inversión, realizamos un gran servicio a los ciudadanos y al presupuesto europeo".

Para los que puedan temer las consecuencias de una entrega incondicional a las promesas de la ingeniería financiera, Georgieva subraya que los riesgos se minimizarán porque "es muy importante que el cambio sea gradual y muy limitado", y "nunca" se usará todo el presupuesto para apalancamiento.

Eso sí, en su defensa por elevar el "atractivo" de los instrumentos financieros también mira a las capitales, al sugerir que "quizás algunos estados querrán destinar parte de los fondos de cohesión a instrumentos financieros". Así, "algunos estados miembros nos dicen que también aprenden técnicas más sofisticadas para utilizar sus presupuestos nacionales", comenta.

Fuente: elEconomista.es