domingo, 8 de mayo de 2016
NOTICIAS - El pozo sin fondo de los trenes ligeros: 764 millones de gasto y solo 13,3 de ingresos
Las distintas líneas de Metro Ligero que funcionan en la Comunidad de Madrid son un pozo sin fondo. Desde que se pusieron en marcha en el año 2007 las líneas ML1 (Las Tablas), ML2 (Pozuelo de Alarcón) y ML3 (Boadilla del Norte) han costado a las arcas públicas 764 millones de euros, cuando solo han supuesto en ingresos (los billetes que pagan los viajeros) unos 13,37 millones de euros. El desfase es importante. El grupo parlamentario socialista habla de "descalabro económico para las cuentas regionales" y pide al Gobierno regional que preside Cristina Cifuentes que renegocie el beneficio que perciben las empresas concesionarias que gestionan este medio de transporte. Ciudadanos asegura que el Metro Ligero es "costoso, poco práctico y está infrautilizado" y quiere incrementar la demanda de usuarios vendiendo los tranvías y sustituyéndolos por una especie de "trolebús que ya funciona en otras ciudades europeas". Podemos, por su parte, quiere que se auditen los contratos que se firmaron con las operadoras.
Metro Ligero Oeste es la concesionaria de las líneas ML2 y ML3, que desde julio de 2007 conectan los municipios de Boadilla del Monte y Pozuelo de Alarcón con la red de Metro. Su accionariado está compuesto por OHL Concesiones, el fondo británico Aberdeen y Queenspoint (formado por la aseguradora Allianz Capital Partners y el fondo canadiense Bastion Infrastructure Group). OHL acaba de vender parte de sus participaciones. Esta concesión es una de las obras investigadas por la Audiencia Nacional dentro del marco de la operación Púnica por la supuesta financiación irregular del PP. Por su parte, Metro Ligero de Madrid gestiona la ML1 y da servicio a los barrios de Hortaleza, Sanchinarro y Las Tablas. Está participada por Globalvia (42,5%), Metro de Madrid (42,5%) y la empresa de autobuses Alsa (15%). Globalvia tiene entre su accionariado a FCC, Bankia y varios fondos de pensiones internacionales.
Las empresas privadas asumieron el coste de las obras. A cambio firmaron un convenio de concesión de la explotación por 30 años, que acaba en 2036. Estas empresas amortizan la inversión y los gastos financieros que realizaron con aportaciones públicas que hace la Comunidad de Madrid, ya que lo que se recauda por la venta de billetes no sirve para cubrir los costes del servicio. Es lo que se llama "tarifa técnica por demanda", que se fija en función de un multiplicador de viajeros transportados por el precio de viaje. En esa tarifa se incluye también el beneficio que reciben las concesionarias.
La tarifa que tiene cada uno de los tres operadores es distinta "en función de los contratos de concesión", explican desde la Comunidad de Madrid, "pero de media el 75% de los costes obedecen a los gastos de inversión y financieros que suponen haber realizado la obra, mientras que el otro 25% son los gastos de explotación", es decir, el prestar el servicio día a día. En el tramo del 75% se incluyen los beneficios de las concesionarias, que la Comunidad no especifica y la oposición desconoce y quiere renegociar a la baja.
16 millones de viajeros al año
El principal problema de estas líneas es que poca gente las utiliza. Según las memorias del Consorcio Regional de Transportes, su mejor año fue 2011, con 17,4 millones de viajeros, cifra que bajó a 14,5 millones en 2013 (últimos datos oficiales) y que ahora es de 16 millones de usuarios, según el consejero de Transportes, Pedro Rollán. La ecuación es por tanto sencilla: pocos viajeros, pocos ingresos. Las líneas ML2 y ML3 ingresaron entre 2007 y 2015 unos 12,4 millones de euros, según una reciente respuesta parlamentaria.
El Gobierno regional no ofrece los datos de la ML1 porque "el operador no tiene ingresos propios" y la venta de billetes va directamente al Consorcio (en 2013 la ML1 vendió 198.000 billetes sencillos y 1,19 millones de billetes de diez viajes). Para este año 2016 la previsión de ingresos en ML2 y ML3 es de 963.000 euros. Es decir, que entre 2007 y 2016 dos de las tres líneas del Metro Ligero ingresarán 13,3 millones de euros.
A cambio, la Comunidad de Madrid pagará en ese mismo periodo 764 millones de euros por las necesidades de explotación de estas tres líneas, aportaciones públicas que incluyen los beneficios de las concesionarias. La ML1 se ha llevado 206,6 millones; la ML2, 277,6 millones; y la ML3, otros 280 millones (ver tablas). Solo en 2016 está previsto que el Gobierno autonómico pague 112,6 millones de euros. "Esto es totalmente oneroso para las cuentas regionales. Las líneas de Metro Ligero se construyeron buscando un rédito electoral, sin estudiar si eran realmente necesarias, y buscando un negocio para las empresas privadas. Hay que renegociar con las concesionarias. No es posible que solo en 2016 les vayamos a pagar 112 millones de euros. Es necesario saber qué porcentaje de esos 112 millones son beneficios", señala el diputado socialista Daniel Viondi.
Ciudadanos recuerda que por ley, los Presupuestos que se aprobaron para 2016, el Gobierno regional está obligado a renegociar estos contratos. El diputado Juan Ramón Rubio asegura que el Metro Ligero es "costoso, poco práctico y está infrautilizado" y pone en duda los estudios de demanda que motivaron la construcción de estas líneas. "Es necesario un plan para optimizar las costes y mejorar la demanda de viajeros". Ciudadanos propone sustituir el Metro Ligero por una red de trolebuses (autobuses de tracción eléctrica), "un sistema alternativo que ya se utiliza en otras ciudades europeas y que usaría parte de la infraestructura ya creada y que se podría financiar con la venta de los tranvías".
Podemos quiere que se auditen los contratos que se firmaron con las concesionarias y también renegociar "el seguro de reequilibrio" que blindó los beneficios de las concesionarias, "que obliga a la Comunidad a pagar aunque el Metro Ligero no se utilice. Hay que liberar a la Comunidad del pago de los asumibles peajes que lastran nuestros presupuestos año tras año".
Un ajuste de seis millones
Según el Gobierno regional los contratos con las concesionarias están blindados hasta 2036 y no se pueden modificar de manera unilateral, ya que conllevaría "una importante penalización". El consejero Rollán explicó este jueves en el Pleno de la Asamblea de Madrid que no se puede quitar de la ecuación "el beneficio social" que ha supuesto para varias poblaciones de Madrid, universidades y centros empresariales la llegada del Metro Ligero, que utilizan 16 millones de personas al año. No obstante, asegura que la Comunidad ya ha negociado "un reajuste" en lo que se paga a las concesionarias, que ha supuesto un ahorro de cuatro millones en la aportación de 2013 y de dos millones en la aportación de 2014.
Fuente: El Confidencial