martes, 17 de mayo de 2016
NOTICIAS - La Alameda, lista para recibir al metro
La perspectiva del lateral norte de la Alameda desde dentro del tajo del metro es radicalmente diferente a la que cualquier ciudadano puede tener. Ahora se explica por qué los viajeros románticos se quedaban prendados con esta parte de la ciudad en el siglo XIX. Las fachadas, vistas desde donde antes sólo había tráfico, emergen como una sucesión de colores, variopintas y bien conservadas. Así se verán cuando este eje se quede definitivamente peatonalizado, tras las obras para la construcción del suburbano.
La zona de excavación ha dejado al descubierto la evolución de este emblema de la ciudad –últimamente relegado a aparcamiento de autobuses– desde el siglo XVI, con los continuos añadidos superpuestos de capas de crecimiento del nivel del suelo, hasta la actualidad. Se ha llegado hasta el nivel freático (3,5 metros bajo la rasante) que tiene mucha agua por la proximidad del Guadalmedina, por lo que no se puede bajar más por la cercanía de los edificios, ya que sería peligroso.
En la cota más baja han aparecido los muros que delimitan el fuerte de San Lorenzo ( siglos XVI-XVII ) y cuyos escasos vestigios están considerados Bien de Interés Cultural (BIC). En la parte este ya se ha investigado (el del ala oeste todavía está en proceso de estudio). Una vez terminada esta fase, la Delegación de Cultura ha permitido proteger los vestigios y taparlos. Según explican los responsables de la obra, el resto del estudio arqueológico de la zona se hará durante el proceso de excavación del túnel, una vez que se hagan las pantallas y la losa.
Empiezan las obras del túnel
De manera que ya está el terreno despejado para empezar con las obras del túnel. «Ya tenemos tajo», comentan los responsables. Las pantallas se van a hacer en varias fases, empezando por la parte desde el muro que ha aparecido en la calle Torregorda hasta Puerta del Mar; y luego darán un salto al cruce de la calle Ordoñez. El inicio está previsto para finales de este mes y, de hecho, esta semana ya ha comenzado el acopio de materiales y el montaje de las instalaciones necesarias para construir los muros, con la llegada de los depósitos de lodos bentonítico (los materiales que permiten que la pared no se desmorone después de excavar y hasta que se coloca la jaula de armadura y se vierte el hormigón).
El espacio de trabajo es mínimo y hay que hacer «encaje de bolillos». «Las plantas de lodos iban en principio en las calles perpendiculares, aunque se ha decidido que sería mucha molestia para los comerciantes y los ciudadanos y por eso se van a utilizar unos contenedores en forma de caja de zapatos gigante». Luego, como los tramos anteriores del túnel, se harán los muretes guía, se excavará, se montarán las jaulas de armadura y se dará forma al paso subterráneo. Antes es necesario terminar con el desvío de una línea de alta tensión de Endesa, previsto para la próxima semana. «El desvío ya está hecho y ahora hay que conectar el nuevo cableado y desmontar el viejo».
De entrada se va a trabajar en algo más de cien metros de longitud. La parte de la acera norte se va a hacer con pantalladoras convencionales, grandes, para llegar hasta unos 33 metros de profundidad. En este punto, hay que recordar que el proyecto está pensado para que en un tercer nivel –por debajo del metro– en el futuro puedan pasar los trenes de Cercanías hacia la plaza de la Marina, si Fomento decide hacerlo en algún momento. El objetivo es que, por cuestiones de seguridad, cada pantalla una vez excavada se hormigona en el mismo día, de ahí que es posible que los trabajos se extiendan algunos días hasta altas horas de la noche, lo que ocasionará algunas molestias a los residentes. «Así se queda la pantalla lista y no hay riesgo para los edificios».
Mientras, en la otra acera, donde están los ficus y las ramas imponen un gálibo limitado, los muros se harán con pantalladoras más pequeñas, que ya se utilizaron debajo del paso inferior de Juan XXIII. Se actuará por módulos, lo que es más lento, pero a cambio de perder rendimiento se preservan los árboles centenarios. En apenas dos semanas llegará la hora de la verdad para la llegada del metro al Centro de Málaga.
Fuente: Sur