El compromiso presupuestario del Gobierno central en 2021 para este demandado proyecto se limita a 245.530 euros, repartidos en sendas partidas del Ministerio de Transportes y del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF). Una cuantía con la que solo se podrá encargar el preceptivo estudio de impacto ambiental, un simbólico pellizco de los 825 millones que, según la estimación del propio Ministerio de Transportes, requiere la ejecución de los más de 87 kilómetros comprendidos en esta actuación.
Su puesta en marcha es crucial para plasmar uno de las principales promesas del Gobierno central a Aragón, el corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo. De hecho, supone su tramo central, del que se bifurcará el trazado hacia Logroño y Pamplona para unirse de nuevo en la denominada ‘Y’ vasca de alta velocidad.
En el fallido proyecto presupuestario del Gobierno de Pedro Sánchez para 2019 ya figuraban 197.550 euros para la alta velocidad Zaragoza-Castejón, a los que se sumaban otros 31.300 para el ejercicio siguiente en una partida plurianual abierta que no tenía continuidad. En las cuentas presentadas para el próximo año figura casi el mismo dinero, 218.530 euros, en un solo ejercicio.
A esta cuantía hay que sumar otros 27.000 euros que incorpora el ADIF para la renovación del corredor Cantábrico-Mediterráneo entre Casetas, Logroño y Bilbao. Es decir, para uno de los dos ramales completos del corredor se ha previsto una partida testimonial que forma parte de un plurianual de 15 millones que se prolonga hasta 2025. Y esta inversión, que está muy lejos de la planificada en su día por el Gobierno de Mariano Rajoy, se deja para la próxima legislatura.
El ADIF no aclaró este martes a este diario cuál es la nueva planificación y hasta cuándo se demorarán las inversiones del corredor que el exministro de Fomento Íñigo de la Serna presentó a los agentes sociales en Zaragoza hace tres años. Estas incluían la recuperación de la alta velocidad entre Zaragoza y Navarra, que pasa por la construcción de una vía doble en ancho internacional compatible para el tráfico de pasajeros y mercancías a lo largo de los 87,1 kilómetros que separan la capital aragonesa de la localidad navarra.
De forma paralela, el Ministerio encargó también hace dos años otro segundo estudio informativo para elegir la alternativa idónea para convertir a la alta velocidad el otro ramal del corredor ferroviario, de Zaragoza a Logroño, aparcando la idea inicial de una mera adaptación de las vías existentes al ancho internacional.
Fuente: Heraldo de Aragón
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