En su comunicado, Rodalies Renfe echa mano de la ironía para denunciar la situación: "En un acto de altruismo, solidaridad y empatia, el colectivo grafitero se ha ofrecido a Renfe para limpiar las pintadas que ensucian los trenes de Rodalies en Catalunya. A cara descubierta y de día, han pedido disculpas a todos los ciudadanos que pagan sus actos vandálicos y a los viajeros que sufren sus gamberradas". Pero inmediatamente, y para que nadie dé por ciertas esas bonitas afirmaciones, añade: "Desafortunadamente, toda la información anterior no se la cree nadie". Y pasa a relatar la realidad: la "lacra" que suponen los grafitis: 80% de trenes circulan con pintadas y gasto de más de 6,5 millones de euros en limpieza. Además de la molestia que supone para los usuarios viajar con la sensación de "efecto túnel" durante todo el trayecto.
Y no solo eso, las pintadas obligan en ocasiones a retrasar o suprimir trenes que no pueden circular por falta de visibilidad o pintadas en elementos de inseguridad. Por todo ello, Renfe señala que la actividad vandálica de los grafiteros li impide operar con normalidad.
Fuente: El Periódico de Aragón
No hay comentarios:
Publicar un comentario