miércoles, 16 de diciembre de 2015
NOTICIAS - El último viaje de una reliquia local
Muchos no lo recordarán, pero hubo una época en la que en Zaragoza convivieron peatones, bicicletas, coches, tranvías, autobuses y trolebuses.
"Había más de 100 trolebuses de doble piso en venta en Reino Unido y miembros de la familia Escoriaza fueron los que acudieron allí a negociar el precio del transporte y otras condiciones para traerlos a España, donde posteriormente se distribuyeron por diferentes ciudades, entre ellas la capital aragonesa", explica el zaragozano Álvaro Ariza, que posee una empresa de restauración de automóviles clásicos en el polígono Cogullada y que es un apasionado de ese tipo de modelos.
Junto a sus socios ebanistas y empresarios de hostelería José Polo y Javier Gil, Ariza ha adquirido esta máquina (con el número 74 en su carrocería) de 13 toneladas de peso y más de ocho metros de largo con la intención de restaurarla de forma integral y reconvertirla en un restaurante.
Abandonado desde hace más de diez años en una finca de la carretera de Barcelona entre Movera y La Puebla de Alfindén, el trolebús es uno de los pocos que quedan en España. Además del restaurante, los socios valoran también utilizarlo para algún encuentro de "food trucks", iniciativa que se practica cada vez más en nuestro país.
En tres o cuatro meses los socios esperan poder tener el restaurante listo, pero el proceso no será tan sencillo. Antes de la rehabilitación integral, habrá que llevar a cabo un complejo traslado de la máquina con grúa por la carretera a la nave en al que Álvaro tiene su empresa y donde se restaurará junto al resto de vehículos "vintage" en que trabajan. Después, para poder quedarse en la capital aragonesa, los empresarios necesitan tener la seguridad de que podrán contar con un terreno suficiente (público o privado) para poder explotar de forma continua el negocio del restaurante, que sería fijo y no itinerante.
Fuente: Heraldo de Aragón