Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha iniciado la instalación de desfibriladores semiautomáticos en las principales estaciones de Metrovalencia. La semana que viene comenzarán los mismos trabajos en TRAM d’ Alacant, al objeto de que para finales de mes estén operativos en ambas redes.
Con este objetivo, la empresa pública adjudicó 56 dispositivos para Valencia y 8 para Alicante, por un importe de 119.765,60 euros, IVA incluido, que se destinan al arrendamiento, instalación y mantenimiento de estos mecanismos durante tres años.
Además de las estaciones, estos desfibriladores semiautomáticos se instalan en dependencias propias de FGV, como los talleres de València, Machado, Tarongers y El Campello en Alicante, así como en aulas de formación.
Los cursos de formación para el personal de FGV y vigilantes de seguridad, en el que participan 216 personas (136 en València y 80 en Alicante), concluirán la próxima semana. En los mismos se enseña la técnica y el uso del dispositivo.
FGV se adapta, de esta forma, al decreto 159/2017 del Consell, que regula la instalación y uso de los desfibriladores fuera del ámbito sanitario en la Comunitat Valenciana. La legislación establece como obligatoria la existencia de estos dispositivos en las estaciones de metro y tranvía con una afluencia media diaria igual o superior a las 2.000 personas.
Estaciones con dispositivo
De este modo, 47 estaciones de Metrovalencia contarán con estos equipos. Las de Xàtiva, Colón y Ángel Guimerà, al ser las de mayor afluencia de usuarios, dispondrán de dos desfibriladores, al igual que los talleres de València Sud, Machado y Tarongers. Por su parte, las aulas de formación de la antigua estación de Palmaret, tendrá un aparato.
En el TRAM d’Alacant las estaciones de Luceros, Mercado, Marq-Castillo, El Campello y Benidorm también contarán con uno de estos dispositivos. Además, los talleres de El Campello dispondrá de dos desfibriladores.
La empresa adjudicataria asume las tareas de mantenimiento de los equipos desfibriladores, reponerlos en menos de 48 horas en caso de avería o acto vandálico e impartir cursos de formación a sus empleados para su manejo, así como señalizar las instalaciones como espacios cardioprotegidos.
En cuanto a la ubicación de los dispositivos, se instalarán dentro de cabinas estancas metálicas dotadas de sistemas de alarma. En el caso de las estaciones subterráneas, se colocarán en zonas visibles, a una altura de 1,50 metros y serán accesibles.
FGV ha optado por instalar desfibriladores semiautomáticos, recomendados por la Sociedad Estatal de Reanimación Cardiopulmonar, ya que cuentan con una locución pregrabada que le indica al reanimador que se retire antes de proceder a la descarga.
Fuente: FGV
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