sábado, 17 de enero de 2015

NOTICIAS - Adif oficializa la suspensión del tren después de cuatro años sin servicio


El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) anunció el pasado lunes 12 de enero la suspensión de la línea 102 correspondiente a la bifurcación Aranda Madrid-Chamartín. Concretamente del tramo delimitado entre Aranda de Duero-Montecillo y Manzanares-Soto El Real, un espacio que lleva casi cuatro años inoperativo tras el descarrilamiento de una bateadora en el túnel de Somosierra que aún no ha sido retirada.

De esta forma, la entidad pública empresarial dependiente del Ministerio de Fomento que gestiona la explotación de las líneas de ferrocarril oficializa la suspensión temporal -sin fijar fechas- de dicho tramo con el visto bueno de los gerentes de Área de Tráfico e Infraestructuras Norte y Centro y los subdirectores de Operaciones Norte y Centro.

El anuncio se realizó a través de una circular interna a los propios empleados. Sin embargo, la comunicación ha sido objeto de debate en las redes sociales y ha llegado a manos de diferentes colectivos como la asociación para la recuperación del patrimonio ferroviario (Arpafer) y la plataforma arandina por la recuperación del directo, así como a su homóloga madrileña. Todas ellas temen que la noticia termine convirtiéndose en un cierre definitivo y ponga fin a todo atisbo de esperanza para recuperar el tren directo Burgos-Aranda-Madrid.

A pesar de sus presagios, desde Adif aseguran que «se trata de una simple comunicación de operatividad para circulación de carácter interno que no interfiere en absoluto con el estado habitual de la infraestructura». Del mismo modo sostienen que «permanece cortada», aunque esto «no supone una baja de forma oficial, puesto que esa decisión compete al Ministerio de Fomento».

El presidente de Arpafer, Antonio Melón, desconoce si esta «formalización» supondrá una suspensión temporal o definitiva pero recuerda que el Gobierno no acostumbra a cerrar vías. «Aunque sí a dejarlas sin servicio y que permanezcan así por los siglos de los siglos», puntualiza. En este sentido menciona el trayecto Soria - Ágreda - Castejón, que «hoy se encuentra tristemente vandalizado y parcialmente desmantelado».

Abandono

La situación podría repetirse en el tramado de Aranda si Adif suspende la circulación y se desvincula de su custodia, mantenimiento y seguridad. Algo que, tal y como se han desarrollado los acontecimientos, ya ha sucedido. «En abril se cumplirán cuatro años del descarrilamiento de la bateadora en el túnel de Somosierra que trajo consigo el desprendimiento de tierra. Se podría haber solventado en una semana, pero aún sigue allí y está prácticamente sepultada», asevera Melón.

Este hundimiento es uno de los principales argumentos que esgrimen desde Adif para la recuperación del Directo. «El resto se encuentra en perfectas condiciones y así se demostró con el tren turístico que circuló con motivo de Las Edades del Hombre a 100 kilómetros por hora», comenta María Pilar Leal, una de las promotoras de la plataforma para la recuperación de este servicio.

«¿Qué sucede?, ¿El tramo Sur se estropea antes?», se autopregunta, y asegura que dicho espacio es «totalmente necesario para permitir que la línea tenga sentido, genere viabilidad y conexión con la capital».

Un enlace que, al menos a corto plazo, no será posible. «Es una canallada porque deja aislada a Castilla del resto de España. Primero fue la Vía de la Plata (Gijón-Sevilla) y el Valladolid-Ariza y después la de Segovia-Medina del Campo», explica José Luis Cortijo, coordinador de la plataforma madrileña por la reapertura del tramo sur del Directo. «Solo queda la de Ávila y si surge cualquier problema la única alternativa sería dar un rodeo por Miranda de Ebro y Zaragoza», sostiene.

Precisamente esta falta de comunicación ferroviaria impide que el tramo arandino curse baja de forma oficial, pues constituye la alternativa más eficaz en el caso de que se produzca algún incidente en la línea de Ávila como ya sucedió en el año 1999.

Plan B

Se trataría, por tanto, de un plan B y no una prioridad para Adif, quien debería desembolsar alrededor de 10 millones de euros para ponerla en marcha, según calcula Melón. «Y eso solo cubriría asegurar bien el túnel de Somosierra». Cifra a la que habría que sumar otros 20 millones para permitir el tránsito de trenes en ambas direcciones adaptándose a lo que se conoce como short line para realizar desvíos y cambios de direcciones».

Una inversión importante que no entra de momento en los planes de Fomento, que ha optado por promover la alta velocidad. Se calcula que un kilómetro supone un gasto de 10 millones de euros, por lo que la reapertura del Directo equivaldría a la construcción de 3 kilómetros de alta velocidad. «Pero al Ministerio no le interesa recuperarlo», opina José Luis.

Añade la incongruencia que ha supuesto la desviación de 90 kilómetros al optar por Valladolid y rechazar la conexión directa entre Burgos-Aranda-Madrid. «Para el conjunto de operadoras ferroviarias supone un gasto de 5 millones de euros más al año», afirma.

Menos pesimista se muestra el coordinador de la plataforma arandina, Antonio Linaje, quien cree que «solo se pone sobre el papel lo que ya sucede en la práctica». Espera que «el cierre no sea definitivo», pero ha tratado de confirmar su esperanza poniéndose en contacto con Adif. Una conversación que aún está pendiente como el estudio económico-financiero que la ministra Ana Pastor anunció para el mes de diciembre en DB para determinar la viabilidad del Directo.

Fuente: Diario de Burgos