viernes, 18 de noviembre de 2016

NOTICIAS - Las taquillas de las estaciones de los pueblos podrían cerrarse


El puesto de taquillero en una pequeña estación de tren aragonesa puede pasar a la historia en cuestión de poco tiempo. Algunas ya se han quedado sin él, pero los cambios en la venta de billetes de tren amenazan con el cierre de las taquillas de las estaciones más pequeñas, las de los pueblos. Porque se ha acordado que en enero Renfe se ocupe de esta labor, que ahora venía realizando Adif, desde hace 12 años (desde su segregación). Y la operadora solo tiene intención de absorber al personal del gestor ferroviario que ahora realiza esta labor en las grandes estaciones, es decir, en Zaragoza, Huesca, Teruel y Calatayud. En el resto, todo apunta a una venta automatizada o a bordo del tren.

A falta de solo mes y medio nadie se atreve a explicar cómo se piensa desarrollar esta función en las pequeñas estaciones de pueblo. Tardienta, Ayerbe, Sabiñánigo, Jaca, Canfranc y Monzón en la provincia de Huesca; Cariñena y Ariza, en la de Zaragoza; o Samper y Santa Eulalia, en Teruel, son algunas de las estaciones señaladas. En las que el personal de Adif podría empezar a ocuparse solo de la circulación y abandonar las taquillas (ahora hacen ambas labores).

Mientras, los usuarios deberán saber si trámites como la compra y renovación de abonos o de la tarjeta dorada, que se hacen en la estación, deberán gestionarlo de otra manera. Mientras se desconoce si Renfe reforzará el personal a bordo para aumentar la vigilancia.

Colarse sin pagar

Otras estaciones no tienen venta en taquilla desde hace tiempo. Pero ahondar en la automatización o potenciar la que se hace por internet, sin resolver la escasez de interventores en los trenes elevará, aseguran los sindicatos ferroviarios, el riesgo de que la gente se cuele sin pagar. Algo que, afirman, ya está pasando. Y más de lo que parece. Con una operadora que hoy no tiene suficientes interventores a bordo para atajarlo ni da datos a quienes le pagan por el déficit, como la DGA.

Toda esta discusión parte de un acuerdo entre Renfe y Adif, que entra en vigor el próximo 1 de enero pero que se comunicó «en octubre» a los sindicatos. Siguen discutiendo de muchas incógnitas --hoy mismo tienen una nueva reunión--, pero solo se ha llegado a un pacto: Renfe absorberá a los 855 trabajadores de Adif que están para esta labor en las 98 estaciones más grandes de España. Y también cómo se hará: cobrarán más dinero. «En el 2017 la mitad de la diferencia del sueldo del personal de la operadora, unos 2.000 euros más al año, y en el 2018 el 100% de la subida, unos 4.000 anuales».

Renfe y Adif ni siquiera admiten que esta negociación se está produciendo. Preguntados por esta cuestión, sus fuentes oficiales solo aseveraron que «los viajeros no se van a ver afectados», en el caso del gestor ferroviario, y que no va a haber despidos, ni recortes de ningún tipo, mientras la operadora lo no niega tajantemente este cambio de roles.

Ahora Adif, ya desprendida de esta competencia en España, será difícil que dedique a sus empleados a una tarea como la venta de billetes que no es suya. Y se centrarán solo en la circulación y la seguridad.

Los sindicatos temen que se pierda la atención personalizada a los usuarios, porque la tendencia es acudir a la venta automatizada o a bordo, aunque lo que más lamentan es que no den pistas de cómo afrontarán esta nueva etapa. Más aún cuando, destacaron, Renfe «está potenciando la venta por internet, con ofertas que nada tienen que ver con el precio en taquilla». Y preocupa que queda poco tiempo para saber si las taquillas se salvan contratando más personal.

Fuente: Periódico El Periódico de Aragón