Un tren turístico de época con el que surcar la Ribeira Sacra en ausencia de los tradicionales catamaranes que navegan por el Sil. La bajada de caudal del río, a caballo entre las provincias de Ourense y de Lugo, como consecuencia de las obras que la hidroeléctrica Iberdrola tiene proyectadas supuso la excusa perfecta para que viera la luz una reivindicación tradicional en la comarca: contar con un ferrocarril.
Temerosa del impacto que el vaciado del río Sil pudiera tener sobre el turismo en esta zona y para compensar su impacto negativo, que había generado gran inquietud entre los empresarios, la Diputación de Lugo decidió impulsar un proyecto con el que cuenta atraer a buen número de turistas este verano. El descenso de unos 30 metros del caudal del río hace inviable acceder al catamarán desde el embarcadero al menos hasta el próximo mes de octubre, con lo que la comarca corría el riesgo de perder buena parte de los turistas que, sobre todo en verano, se acercan hasta la Ribeira Sacra.
Así fue como comenzó a gestarse la nueva ruta del Galaico Expreso. Gracias a la colaboración del museo del Ferrocarril de Monforte, que presta las máquinas, una línea férrea unirá Monforte de Lemos —tradicional nudo férreo gallego en las conexiones con la Meseta— con Ourense dos veces al día durante los fines de semana estivales. La única parada intermedia tendrá lugar en la aldea ourensana de Os Peares, que viera crecer al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. La idea inicial es transportar a un máximo de 200 personas en cada viaje. Lo que supone hasta "unas mil personas cada fin de semana", señalan desde la Diputación de Lugo.
Para los amantes del ferrocarril, el Museo de Monforte es una buena parada en el trayecto, si se realiza el trayecto desde Ourense, ya que las instalaciones no son las que se suelen encontrar en otros museos al uso. Dispone de un edificio de tracción vapor, así como de un taller de restauración donde se trabaja para recuperar material motor y móvil de los trenes. El taller sigue igual que en los años cuarenta y, precisamente, la estrella de este museo es el Galaico Expreso, el tren turístico que ahora cobra vida para recorrer los escasos 50 kilómetros que median Lemos de Ourense.
De los vagones tira una locomotora de vapor mikado, de origen escocés. En la Diputación lucense cuentan con que los turistas que lleguen hasta la Ribeira Sacra "dupliquen" el gasto medio de los que llegaban atraídos por los catamaranes. Para ello se trabaja en ofrecer actividades complementarias.
"En la Ribeira Sacra existía una reivindicación histórica; se echaba de menos la existencia de un tren en la zona. Las máquinas disponibles en el museo del Ferrocarril son preciosas y así se gestó el proyecto", resumen en la Diputación.
Se trata de buscar alternativas para traer a gente al Sil, ese tipo de turistas que antes venían para subir al catamarán, pero que ahora puede realizar el trayecto entre Lugo y Ourense o viceversa, para conocer cualquiera de estas ciudades.
En los meses estivales en los que se ha suprimido el servicio de catamarán, el año pasado lo utilizaron casi 16.000 personas. Ahora, según algunas estimaciones efectuadas, la alternativa del tren turístico permitirá que unos 13.000 turistas retrocedan varias décadas para desplazarse con el Galaico Expreso. La Diputación tratará a su vez de captar la atención de más viajeros ofreciendo visitas por medio del programa provincial Km 0. Diputación de Lugo.
La oferta del tren turístico se realizará con paquetes que incluirán reservas en restaurantes, casas de turismo rural, bodegas o visita a la cerámica de Gundivós. El trayecto, todavía en fase inicial de estudio, tendrá un coste algo superior al importe de un billete de tren normal, de los que oferta Renfe "porque cuenta con más servicios añadidos que el del mero transporte", puntualizan desde la institución provincial.
La intención es que, si la idea funciona, el próximo año se continúe con la experiencia, con independencia de que los catamaranes vuelvan a navegar por el Sil.
A bordo del tren habrá un restaurante y una sala de proyección de un documental para informar a los turistas que así lo deseen de lo que van a encontrar al llegar al destino.
De esta manera, los que se acerquen hasta Monforte de Lemos, podrán visitar el río Sil, mientras que los que se dirijan hasta la ciudad de Ourense, después podrán visitar las termas, así como todos los atractivos que ofrece la ciudad, esto a cargo del Ayuntamiento ourensano.
A pesar de que la idea parte de un convenio entre las instituciones provinciales y de los concellos, una empresa privada se encargará de la gestión. "El tren es precioso, es un coche es antiguo; la sala de juntas es muy bonita, igual que la cocina", animan desde la Diputación.
Fuente: El Faro de Vigo (www.farodevigo.es)