lunes, 19 de abril de 2010

NOTICIAS-La L-9/L-10 une Badalona y BCN y en mayo llegará a La Sagrera.

Naranja o azul. Santa Coloma o Badalona. Can Zam o Gorg. La apertura ayer del segundo tramo de la L-9/L-10 entre Badalona y el barrio barcelonés del Bon Pastor, obliga a elegir por primera vez en un mismo andén del metro, y sin equivocarse, entre dos líneas con recorridos distintos. Este era el comentario más extendido, junto a las exclamaciones de sorpresa de quienes se agolpaban en la cabeza del convoy sin conductor para ver como se iba comiendo el novísimo túnel, entre las 28.000 personas que estrenaron los 3,4 kilómetros y las cuatro estaciones abiertas a las 15.00 horas. A la L-9 que desde diciembre recorre Santa Coloma se suma ahora la L-10 que cruza Badalona y entra en Barcelona con un solo túnel. El gran salto de esta horquilla norte de la doble línea se dará a finales de mayo, según avanzó el conseller de Obres Públiques, Joaquim Nadal, con la conexión hasta el intercambiador de La Sagrera (L-1, L-5 y Rodalies).Los miles de ciudadanos que con billetes gratuitos repartidos en los accesos se pasearon un domingo por la tarde por la flamante infraestructura lo hicieron en los tres trenes que recorren la L-10 con una frecuencia de paso de seis minutos. Otros cuatro convoyes prestan servicio en el ramal de Santa Coloma con una cadencia similar. La confluencia de todos ellos en Bon Pastor hace que en esta estación las salidas sean cada tres minutos, aunque con destinos distintos.

Elegir destino.

Los dos finales de línea se muestran en los indicadores luminosos situados encima de las puertas que cierran los andenes, así como el tiempo que falta para la salida de metro más próximo. Esta información esencial funcionó ayer correctamente, no así la megafonía que a primera hora de la tarde era inaudible para la casi multitud de adultos, niños y jubilados, muchos de ellos agrupados en familia y de origen inmigrante, que subían y bajaban de los coches automáticos.

Primeros usuarios de la L-9/L-10 en la estación de Gorg, tras abrirse ayer por la tarde el ramal de Badalona.

El nuevo ramal, al igual que su homólogo colomense, cruza una densa y extensa zona urbana carente hasta hoy de un medio de transporte masivo. El alcalde de Badalona, Jordi Serra, se refirió a los 80.000 vecinos de los populosos barrios de Llefià y La Salut como los primeros beneficiarios de la infraestructura. También aludió a los 25 años, que se cumplen el día 22, transcurridos desde que el metro llegó por primera vez a la tercera ciudad de Catalunya. Fue con la prolongación de la L-2, línea que enlaza ahora con la L-10 en el intercambiador de Gorg, donde confluyen además las rutas T-5 y T-6 del Trambesòs.

Tanto Badalona, en la estación de Llefià, donde se hizo el acto oficial de la inauguración, como Barcelona en la de Bon Pastor, organizaron fiestas populares para celebrar la llegada del metro. Centenares de personas acudieron a ellas y permitieron a las autoridades, encabezadas por el president José Montilla, darse un baño de multitudes en la larga precampaña de las elecciones autonómicas del otoño recién iniciada.

En Badalona hubo unas cuantas decenas de disidentes que con silbatos, tambores y pancartas con lemas contra el paro, la autopista que parte la ciudad y la crisis de los comercios se dejaron oir mientras los políticos, todos ellos socialistas, estrechaban manos y saludaban a muchos vecinos y representantes de asociaciones en un territorio tradicionalmente propicio para el PSC.
En su doble intervención, en la estación de Llefià y en la fiesta en una avenida de Sant Antoni de Llefià plagada de edificios de hasta 15 pisos, aquí con un tono de mitin de izquierdas aún más marcado, Montilla habló de las prioridades del Govern: «Las buenas conexiones de transporte, las escuelas bien equipadas, los centros de salud bien atendidos y las calles seguras». Al aludir a la sanidad, hubo vecinos que criticaron la falta de personal en los centros sanitarios, déficit que también denuncian pancartas de la zona.

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, aseguró que la L-9 con su recorrido hasta L’Hospitalet y El Prat será un eje esencial del área metropolitana, «el corazón demográfico y económico de Catalunya». Recordó, además, que el suburbano era una reivindicación histórica de la gente del Bon Pastor que «años atrás protestó incluso en la plaza de Sant Jaume con un metro de cartón».

Túnel perforado.

Con los 8,2 kilómetros en servicio entre los dos ramales del norte, la L-9/L-10 tiene ya en funcionamiento el 17% de su recorrido total de 47,8 kilómetros hasta L’Hospitalet, la Zona Franca y el aeropuerto. Joaquim Nadal reveló que con los 38 kilómetros de túnel ya perforado, las obras de excavación con tuneladora han llegado al 76% del total. «Ahora avanzamos con paso firme y con un calendario claro para acabar la línea en el 2014», se atrevió a afirmar tras largos años de dificultades y de cambios en un proyecto inicial realizado por el último Govern de CiU que el tripartito siempre ha criticado por sus lagunas y errores.

Fuente: El Periódico de Catalunya (www.elperiodico.com)