jueves, 18 de junio de 2020
NOTICIAS --- Adif fichó al capo de los geólogos de Asturias y hoy es el mayor fan del fiasco de Pajares
En los 16 años en los que la variante de Pajares lleva en obras, ha habido tiempo de sobra para que surjan muchas voces críticas contra el proyecto que pretende conectar Asturias con la meseta mediante una línea de alta velocidad. Pero también cuenta con admiradores tan entusiastas como José Antonio Sáenz de Santa María y Benedet, durante años y hasta febrero pasado, presidente del Colegio de Geólogos de Asturias.
Pese a que el proyecto de salvar con ingeniería el difícil paso de Pajares —inicialmente previsto para 2010, ha sido un cúmulo de desgracias debido a las continuas filtraciones de agua hacia los túneles y los deslizamientos de tierra— sigue sin tener fecha de finalización y ha elevado su presupuesto inicial de 1.000 a 4.000 millones de euros, este geólogo lo ha considerado en repetidas entrevistas o conferencias como "un motivo de orgullo", "un éxito" y "el mayor y más complejo proyecto de obra pública que se ha hecho en España en los últimos 50 años".
Sin embargo, información a la que El Confidencial ha tenido acceso muestra cómo la pasión de Sáenz de Santa María por la variante de Pajares ha coincidido con un contrato de más de 140.000 euros que le dio Adif, la empresa pública responsable de la obra, a través de otra empresa pública, Tragsatec. El geólogo compaginó durante casi tres años su labor en la constructora con la presidencia de la delegación asturiana del Colegio de Geólogos, exponiendo en las múltiples entrevistas que dio como experto en la materia una visión francamente positiva del proyecto.
Sáenz de Santamaría contradecía a la mayoría de los geólogos, porque si la variante de Pajares ha pinchado más de 20 acuíferos se debe, en buena medida, a la falta de estudios geológicos previos. Con Francisco Álvarez-Cascos como ministro de Fomento, comenzaron los trabajos en 2004, poco antes de las elecciones generales, sin apenas estudios sobre el terreno. Pero en Pajares, el agua apareció ya con las tuneladoras trabajando. La tuneladora del tubo oeste de la boca sur “avanzaba a buen ritmo cuando el 24 de noviembre de 2005 sobre las 6:00 se produjo una irrupción brusca de agua y lodo por el frente de excavación a la que siguieron dos, el 16 y el 19 de enero de 2006. Fueron los primeros de una serie de incidentes con el agua acaecidos desde entonces en todos los frentes de excavación”, según relata un informe posterior.
Las palabras de Sáenz de Santamaría a favor de la obra contrastaban con las de la mayoría de sus colegas, que han señalado la falta de estudios previos como elemento clave del fiasco. Pero Sáenz de Santamaría exhibía un importante bagage. Profesional y personal. En 2014, se jubiló como ingeniero de minas en Hubosa, era presidente del colegio en Asturias y es hijo del general de la Guardia Civil José Antonio Sáenz de Santamaría, fallecido en 2003, y nieto de un famoso ingeniero de minas en Asturias. Además, está bien relacionado. Un hijo suyo es yerno de Carlos Lesmes, presidente del CGPJ y una de las principales autoridades del Estado.
La situación saltó por los aires en el Colegio de Geólogos el 14 de abril de 2018 cuando el geólogo desveló sus cartas. Y lo que es peor, también las de la empresa pública Adif, encargada de la obra.
Que conste en acta
Como presidente del Colegio de Geólogos de Asturias, nuestro hombre estuvo ese día en Madrid para atender a la asamblea anual del Ilustre Colegio de Geólogos de España (ICOG) cuando salió un tema que le hizo perder la compostura. Todo lo que se discute en aquella asamblea ha de quedar registrado en las actas, que posteriormente se publican en la memoria anual.
En esa asamblea, Luis Suárez, quien había sido presidente del ICOG entre 1992 y 2016, reprochó a Manuel Regueiro, su sucesor en el cargo, que hubiera escrito una carta a los colegiados asturianos manifestando su preocupación ante las actuaciones de Sáenz de Santa María. "Resulta además que ese presidente ha renunciado a su pensión de jubilación y ahora trabaja para Adif", expuso Regueiro en la misiva. "No parece muy razonable alabar las bondades de los túneles de Pajares, que por cierto siguen con graves problemas, como presidente de la delegación si se trabaja para la empresa que los hace…". En la reunión, expusieron que se estaban dando de baja colegiados en Asturias.
Ahí fue cuando Sáenz de Santa María pidió la palabra. "No entiendo por qué en una carta colegial se habla de si estoy jubilado o no estoy jubilado, y eso lo voy a explicar, me cago en la puta, coño, a ver qué va a ser esto, hombre", expuso gráficamente. "Lo voy a explicar. Es que yo soy asturiano, y cuando me ponen de mala hostia, me ponen de mala hostia".
Entonces, el geólogo comenzó a relatar cómo a petición de Julio Santa Cruz Siminiani, director de la variante de Pajares, llegó a reunirse con Isabel Pardo de Vera Posada, entonces directora general de Adif y hoy presidenta de la compañía, que le pidió que saliera de la jubilación para realizar el estudio. "La directora general de Adif, que tenía un problema pavoroso con el tema de los acuíferos de la cordillera Cantábrica, la rotura de los acuíferos, el túnel que era un desastre medioambiental, etcétera, etcétera, me pidió a mí que me quitara de la jubilación y volviera a trabajar para dirigir un estudio hidrogeológico general del macizo atravesado por túneles de Pajares. Durante el resto del año [2017], de una forma gratuita, José Antonio Sáenz de Santa María estuvo ayudando y asesorando al director de la variante de Pajares para preparar los pliegos y las condiciones del pliego que se iban a sacar para ese estudio. El día que se sacó el pliego y se le dio a Tragsatec, y a Tragsa, es lo mismo, que fue público evidentemente, y se presentó quien quiera (sic). Se hizo un concurso público, bueno, en realidad el concurso fue restringido".
El contrato fue ofertado por Tragsatec, empresa pública que hace de medio propio instrumental para el servicio técnico de Adif. Y lo ganó este geólogo a cambio de 128.000 euros, un precio por debajo del presupuesto base de licitación de 139.400 euros. Si bien, tras un posterior modificado, finalmente acabaron siendo 140.800 euros.
Este pequeño fragmento de la intervención de Sáenz de Santa María —un grave error de apenas unos segundos— fue la base sobre la que el ICOG comenzó a investigar en busca de posibles irregularidades en la adjudicación de este contrato.
Comienza la investigación
Algunos colegiados presentes en la asamblea presionaron a la Junta de Gobierno para que se investigara si detrás de aquellas declaraciones había algo punible. Así comenzaron a tirar del hilo. Consultada al respecto por este periódico, la secretaria del ICOG, Nieves Sánchez Guitián, confirma que se realizó una investigación cuyos resultados fueron remitidos en octubre de 2019 a la sección de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid, que recientemente —el pasado 21 de mayo— decidió archivar la causa al no encontrar evidencias de prevaricación.
"Un colegio profesional también está para estas cosas, si hay motivos para ir a los tribunales y poner una denuncia, tenemos que hacerlo", explica Sánchez Guitián. "La obra pública está sembrada de situaciones complicadas, todos los años aparecen expedientes de gente que falsifica sondeos o proyectos y en el colegio estamos también para estas cosas".
Según la resolución, los hechos no pueden ser considerados constitutivos de delito, pero como también recoge el escrito, "la frontera entre el delito y el ilícito administrativo es particularmente sensible en el delito de prevaricación".
La fiscal respalda en su respuesta que hubo una voluntad por parte de Adif de que el escogido para el puesto fuese Sáenz de Santa María, que "estaba jubilado a la fecha de presentación de la oferta y entregó la documentación fuera de plazo". Como estaba jubilado, había que contratarlo a través de una empresa y no, como hace Tragsa en otras ocasiones, a él como geólogo.
En los contratos de licitación publicados por Tragsatec —la filial de la empresa pública que realizó la oferta— en su portal de transparencia, constaba en un primer momento que el plazo de presentación de la documentación para optar a este contrato finalizaba a las 14:00 del 29 de septiembre de 2017.
La oferta de Sáenz de Santamaría fue presentada tres días más tarde. En una versión posterior del pliego, la fecha límite aparecía modificada a las 14:00 del 2 de octubre.
El detalle que decidió el pliego
Tres semanas antes, el 7 de septiembre de 2017, Tragsa publicó el pliego para la “asistencia técnica para la realización de aforamientos en cauces y manantiales en superficie en la zona de los túneles de Pajares”. Básicamente, el objetivo era hacer una medición del volumen de agua que se estaba filtrando hacia los túneles. La variante ejerce como trasvase subterráneo entre León y Asturias y está secando arroyos y fuentes en una zona protegida de la montaña leonesa. En su día, en la declaración de impacto ambiental, ni se estudió la afección a las aguas subterráneas. En mayo de 2017, un mes después de ese estudio, El Confidencial contaba el destrozo ambiental con los arroyos secos. En septiembre de ese año, y tras 12 años de pasividad, la Confederación Hidrográfica del Duero, dependiente de Medio Ambiente, multó al fin a Adif.
El contrato que ayudó a diseñar y que se llevó Sáenz de Santa María tenía la particularidad de que, dentro del equipo de expertos que se necesitaba, figuraba un "consultor sénior especialista geólogo con 25 años de experiencia en el ámbito de la zona donde se desarrollan los trabajos de la variante de Pajares". Para el resto de los puestos (jefe de proyecto, hidrogeólogo o hidrólogo) solo se exigía una experiencia de 10 años. A la postre, esto fue lo que decantó la balanza.
La otra contendiente a esta licitación fue CRN, una consultora madrileña que, a diferencia de Sáenz de Santa María, sí contaba con perfiles especializados en hidrogeología, pero carecía de ese consultor con 25 años de experiencia en la zona de Pajares. Formalmente, es Tragsatec quien lo contrata, pero los pliegos que diseñaron Santa María y Adif hacían imposible que contratara a otro.
¿Era este geólogo el único en toda Asturias que cumplía esta condición? No. Entre sus colegiados, el ICOG encontró al menos a 37 geólogos con residencia en el Principado y un cuarto de siglo de experiencia profesional. "Ahora bien, geólogos en Asturias con más de 25 años y con experiencia en la zona y en los materiales... Ese número sería más limitado", admite Sánchez Guitián. Si a eso se añade que el negociado fue sin publicidad, no es difícil concluir por qué el autor del pliego fue finalmente el destinatario del contrato.
Aquí estuvo sin embargo la clave: Sáenz de Santa María no era —sobre el papel— el único candidato que reunía las condiciones y pudo concurrir libremente.
La intervención del geólogo en aquella asamblea concluyó así: "En definitiva, Tragsa cogió el contrato y me contrató a mí con fecha 20 de diciembre de 2017, con la condición de que yo empezaba a trabajar el 1 de enero de 2018. Me di de alta en la Seguridad Social en autónomos, me di de baja en la pensión del INSS y empecé a pagar mis cuotas de autónomos, y desde entonces estoy trabajando", expuso Sáenz de Santa María. "Y lo que no entiendo y no entenderé nunca, es por qué tengo yo que estar dando esta explicaciones aquí".
Meses más tarde, el Colegio de Geólogos consultó a ambas empresas sobre las condiciones en que se produjo esta contratación.
A finales de marzo de 2019, respondieron: "En relación con lo anteriormente expuesto, le podemos informar que ni Adif ni Adif Alta Velocidad tienen ninguna relación contractual o laboral con don José Antonio Sáenz de Santa María. Asimismo, podemos informar que entre el personal que contrató Tragsa para la ejecución de los trabajos encomendados se encuentra D. José Antonio Sáenz de Santa María".
Una portavoz de Adif asegura que la contratación correspondió a Tragsatec y que esta empresa pone sus condicionantes: "A Tragsa le pedimos la máxima exigencia y queremos siempre a los mejores profesionales. Ella es la que hace el pliego con las condiciones de los candidatos, se presentan dos y eligen a uno, y son de muy alto nivel".
El geólogo, de 65 años, no quiere comentar nada. "No sé nada de nada. Es un bulo total. Ya dejé el colegio y no sé nada más. Estoy apartado y jubilado. Estoy completamente apartado hace más de un año. No tengo nada que contar, estoy jubilado". En 2020, Tragsa ha recibido un encargo de continuar los trabajos y va a licitar otro pliego.
Fuente: El Confidencial