sábado, 13 de julio de 2019

NOTICIAS --- El jefe de la Contabilidad de Abengoa, imputado en el caso del AVE a La Meca


La querella por presuntos delitos de falsedad contable, simulación de contrato y estafa a inversores en el proyecto del AVE a La Meca de Abengoa arroja una lista de 11 directivos y exdirectivos de la compañía andaluza imputados. Según la documentación a que ha accedido El Confidencial, dos altos responsables de la empresa a día de hoy aparecen en las pesquisas que se desarrollan desde hace un año en los juzgados de Sevilla. Se trata del director de Consolidación y Control de Gestión, José Fernando Giráldez, y, junto a él, su hombre de confianza, Julio Artillo, director financiero corporativo de Abengoa SA. Víctor Pastor, director financiero de todo el grupo, no forma parte de los investigados.

Giráldez, máximo responsable hoy de la elaboración de las cuentas de Abengoa, era, en el periodo que se investiga (años 2015 y 2016), director de Administración, Consolidación, Finanzas y Control de Gestión en Abeinsa. Esta es la filial cabecera del negocio de ingeniería, y de ella dependía Inabensa, compañía que ejecutó los dos proyectos que logró Abengoa en el proyecto del tren veloz de Arabia Saudí por 150 millones: catenaria y edificios técnicos. Artillo, por su parte, era director de Administración de Inabensa, donde dependía de Giráldez. Alfonso González, presidente de Abeinsa y una de los directivos clave de la compañía hasta su salida en 2016, también está imputado. Como las propias sociedades Abeinsa e Inabensa.

Junto a estas tres personas, la jueza Patricia Navarro ha puesto el foco sobre otros cuatro directivos que siguen vinculados a Abengoa a día de hoy. Son Hakan Gök, exdirector de Inabensa en Turquía y del proyecto Meca Medina (catenaria); José Ignacio Vidueira, que estuvo al cargo del proyecto de los edificios técnicos; Raúl Santiago, exdirector de la división Ferroviaria de Inabensa, y José Manuel Gálvez, exdirector de Compras de Inabensa. La relación de investigados se completa con otras personas que ya no trabajan en el Grupo Abengoa. Son Manuel Lora, ex director financiero de los proyectos de Inabensa en Oriente Medio; Juan Ángel Sierra, otro exdirectivo que estuvo al cargo de los dos proyectos de Inabensa en Arabia; José Ángel Praena, exdirector de la división Ferroviaria, y Rafael González Reina, exdirectivo de Inabensa jubilado. Fuentes informales internas de Abengoa señalan que, ante todo ello, la empresa está considerando personarse como perjudicada en el sumario, que ha estado declarado secreto hasta hace un mes tras un año de trabajos. Entienden que se trata de un asunto heredado de la etapa de Felipe Benjumea como presidente, de quien dependía directamente Alfonso González, uno de los directivos en los que tenía máxima confianza. Fuentes oficiales de Abengoa no han querido pronunciarse.

Pasado y futuro entremezclados

Sin embargo, la presencia de Giráldez al frente de Consolidación y Control en el organigrama actual no es casual. Ha sido ascendido desde sus responsabilidades anteriores, y es el director general de Abengoa, Joaquín Fernández, quien ha apostado por darle mayores responsabilidades. Ambos se conocían desde hace años fruto del paso de Fernández de Piérola por la dirección de Abeinsa México. A su vez, el antecesor de Giráldez en las labores de elaboración de las cuentas era Juan Carlos Jiménez Lora, otro hombre de la máxima confianza de Benjumea, que hoy sigue en Abengoa como director de Servicios Corporativos (sede central y fundación Focus).

Una vez nombrado, Giráldez atrajo a su equipo en el corporativo a Artillo. Por su parte, Alfonso González siguió vinculado a Abengoa tras su salida en 2016 mediante un contrato de asesoramiento a Fernández de Piérola por importe de un millón de euros anuales. Ese contrato estuvo en vigor un año. Joaquín Fernández es el número dos de la compañía, que hoy lidera como presidente ejecutivo Gonzalo Urquijo.

La querella, impulsada por la Asociación de Perjudicados por Abengoa a través del despacho Ius+Aequitas y sustentada sobre las declaraciones de cinco testigos hasta ahora, detalla las prácticas de manipulación de las cuentas de los dos proyectos del AVE a la Meca. El objetivo era ofrecer una falsa imagen de rentabilidad y ejecución de los mismos. El objetivo de estas prácticas, según recoge la querella, era que los directivos cobraran sus bonus anuales ligados a resultados.

Se eliminaban o retrasaban arbitrariamente gastos, se modificaba la fecha de las facturas, se producían facturaciones falsas entre filiales del grupo o se modificaba el tipo de cambio entre la moneda saudí y el euro. Todo ello, además, en medio de la elaboración durante el año 2016 del primer plan de viabilidad de la compañía y tras haberse conocido que en 2015 Abengoa afloró pérdidas ocultas de 900 millones en su filial de ingeniería Abeinsa. Parte de las manipulaciones estaban justamente relacionadas con la elaboración de la información contable que se incluyó en ese plan de salvamento, según han declarado los testigos.

Fuente: El Confidencial