miércoles, 14 de marzo de 2018
NOTICIAS --- Los 59 desmayos y otras incidencias en el tranvía de Zaragoza
El tranvía de Zaragoza no solo se para cuando hay un accidente importante o cuando una manifestación cruza el centro de la capital aragonesa. También hay incidentes menores que, de una u otra manera, alteran el servicio aunque sea de un modo menos significativo. Todos ellos quedan reflejados en unos partes que se recopilan mensualmente y que arrojan un buen número de curiosidades.
Como por ejemplo, los 59 desmayos que hubo a bordo de los Urbos 3 en todo el año pasado. Los desvanecimientos que, por uno u otro motivo, se producen en el interior de los tranvías pueden llegar a interrumpir el servicio, ya que en ocasiones requieren de una intervención sanitaria. Desde Los Tranvías de Zaragoza consideran que la cifra es “anecdótica”, teniendo en cuenta que en ese mismo periodo hubo 28,2 millones de viajeros.
Por meses, julio fue el que más desmayos registró con nueve, seguido de junio (ocho), febrero (siete), y de enero, abril, agosto y octubre, en los que hubo cinco desvanecimientos en el interior de los convoyes. El día récord fue el 20 de febrero, con tres.
No obstante, las incidencias que se registran en la traza tranviaria entre Valdespartera y Parque Goya van mucho más allá de los desmayos, y en ocasiones tienen un punto pintoresco. Por ejemplo, el 31 de mayo hubo que parar una unidad porque un grupo de patos invadió la plataforma de raíles. O el 14 de septiembre, cuando una segadora rompió el cristal de una de las puertas.
A lo largo de 2017 en dos ocasiones hubo que detener el servicio de un convoy al quedarse atrapado un abrigo en el cierre de puertas, mientras que el día de Nochebuena el problema fue un coche que se quedó atascado en el césped. El 2 de julio se produjo una pelea en el interior de un tranvía de tal magnitud que obligó a detener su marcha, mientras que el 7 de mayo se detuvo por una niña que se había perdido.
No obstante, la mayoría de las incidencias del tranvía son las ya conocidas: los accidentes, atropellos o simples golpes con peatones o vehículos, así como los cortes por manifestaciones, procesiones o pasacalles que recorren el centro de la ciudad.4
Fuente: Heraldo de Aragón