lunes, 13 de mayo de 2019
NOTICIAS --- 11.400 aspirantes y 100 plazas: Metro busca maquinistas, el colectivo que más sanciona
La cita será el 19 de mayo. Cerca de 11.400 aspirantes harán ese día la prueba que les permitirá optar a una de las 100 plazas de maquinistas que oferta Metro de Madrid, con el objetivo de formar parte del colectivo que lleva meses enfrentado a la dirección del suburbano. Porque los maquinistas de la empresa pública están en pie de guerra, convocando paros desde el pasado mes de diciembre para denunciar que la Comunidad de Madrid (accionista 100% del Metro) incumple el convenio, para exigir mejoras en las medidas de seguridad de sus condiciones laborales, y para reclamar un aumento de la plantilla.
"Somos sin duda el colectivo más maltratado dentro de Metro de Madrid", señala un portavoz del Sindicato de Maquinistas SCMM. "El que más responsabilidad tiene porque su trabajo consiste en transportar personas, y en cambio el más perseguido por la empresa porque reclamamos nuestros derechos". Como prueba para defender su tesis, el sindicato (que aglutina casi al 90% de los 1.762 maquinistas) da un dato demoledor. De las 914 sanciones que Metro ha puesto a sus trabajadores por diversos motivos entre 2012 y 2018 (ambos años inclusive), 659 se las han llevado maquinistas, el 72% del total, según un estudio del sindicato.
"Estas cifras no son normales. No es que nosotros seamos más conflictivos, unos trabajadores más problemáticos. No. Es que la empresa nos exige más porque nuestro trabajo es de mucha responsabilidad, pero luego no tenemos unas condiciones laborales acordes con esa responsabilidad", señalan desde el sindicato. ¿Por qué se les sanciona? "Por muchas razones, porque nos saltamos un disco, por precipitación en el cierre de puertas, aunque ya haya sonado el silbato que avisa, por pasarnos en nuestro tiempo de recorrido, o por incumplir la normativa de uniformidad". Las sanciones conllevan suspensión de empleo y sueldo, y los casos más graves el despido.
El ejemplo más sonado fue el despido de un maquinista, avalado después por un juzgado de lo social, que decidió dejar tirado el convoy que conducía lleno de pasajeros porque su turno había pasado 58 segundos. Su jornada finalizaba en la siguiente estación, pero cuando llegó al andén de la parada anterior decidió desalojar el convoy, abandonar su puesto e irse a casa. "Fue una manera de protestar por la acumulación de horas extras. A él se le echó porque era afiliado de nuestro sindicato, y a otro maquinista de otro sindicato se le recolocó en otro departamento aunque se le pilló boicoteando llaves para conducir vagones sin control".
Esa diferencia de criterio hace, según los maquinistas, que su colectivo haya recibido 659 sanciones en siete años, y por ejemplo los agentes de taquilla solo ocho y los jefes de vestíbulo, 29. Los datos que maneja Metro es que los maquinistas son los protagonistas del 67% de las sanciones, no del 72%. Esto se debe, según un portavoz de la compañía, a dos razones. La primera, que es el colectivo más numeroso dentro de la empresa. Y segundo, que Metro "aplica una normativa muy estricta en seguridad ferroviaria. Y por tanto no hay margen de tolerancia porque está en juego la seguridad de los viajeros. El régimen sancionador es más estricto".
Pero ¿cuáles son las condiciones laborales del trabajo al que aspiran 11.400 candidatos? En cuanto al horario el maquinista tiene una jornada laboral de siete horas y media, cuando el resto de empleos dentro de Metro tienen ocho. "No trabajamos menos. Esa diferencia horaria en la jornada diaria se compensa trabajando 14 días más". Sus turnos son de cuatro días operativos, dos de descanso; cinco días operativos, uno de descanso.
"Este sistema hace que nos toque trabajar muchos festivos". Para compensar, los maquinistas tienen el permiso de fiestas agrupadas, 15 días de vacaciones que la empresa asigna en cualquier mes del año. "Pero no son vacaciones. El resto de trabajadores por ejemplo en Madrid tienen 14 festivos de libranza, que nosotros por nuestros turnos no tenemos. A cambio disfrutamos de este permiso agrupado", explican desde el sindicato SCMM, y recalcan "la difícil conciliación de la vida laboral y familiar que supone este trabajo. Por esos turnos solo tenemos siete fines de semana de libranza al año". También disponen de 11 moscosos al año, de los que solo siete son retribuidos.
El salario base mensual es de 2.245 euros brutos. Luego hay algunos complementos, como el de antigüedad. Cada año en la empresa suma 13 euros en la nómina. También hay un plus de turno partido (si las 7,5 horas diarias no se hacen seguidas) de 9,54 euros brutos. El plus de nocturnidad (por trabajar entre las 22 horas y las seis de la mañana) es de 3,8 euros brutos la hora. Las horas extras se pagan a 30 euros si son diurnas y a 36 euros si son nocturnas. Durante la conversación con El Confidencial, el SCMM muestra un taco con decenas de hojas con las horas extras que están realizando maquinistas y el resto de empleados de Metro.
"Lo que denota que hace falta incrementar la plantilla. Si se hacen tantas horas extra es que hacen falta más empleos". Es uno de los motivos de los paros que los maquinistas llevan haciendo desde diciembre. El último este sábado 11 de mayo. Metro ya ha incorporado 360 nuevos maquinistas en lo que llevamos de legislatura, a los que habrá que sumar los 100 que harán las pruebas el 19 de mayo. Todos los candidatos están inscritos como "demandantes de empleo o de mejora de empleo" en las oficinas de empleo de la Comunidad de Madrid, en los códigos ocupacionales de 'conductor de tren metropolitano', 'maquinista de tren' y/o 'conductor de tranvía'. Metro invitó a 19.000 aspirantes a las pruebas, de los que finalmente se apuntaron 11.400.
Aunque lo que más les preocupa a los maquinistas es su salud. Los casos de amianto detectados (con sentencia que obliga a Metro a indemnizar con 370.000 euros a la familia de un trabajador fallecido por asbestosis) han hecho sonar todas las alarmas. "Trabajamos en un entorno tóxico. No tenemos plus de penosidad", explican desde el SCMM. Los trabajadores pidieron a la empresa pública que analizara el aire que respiran los maquinistas en las cabinas de los convoyes, pero Metro decidió medirlo con la ventanilla bajada cuando los empleados querían que se hicieran con la ventanilla subida, para tener en cuenta el ambiente de los túneles. "Todavía no sabemos el resultado de este estudio".
Sin olvidar, señalan, que este trabajo conlleva muchas dolencias físicas que no están reconocidas: "Los más veteranos, los que más tiempo llevan, sufren problemas de espalda, hernias, problemas en la vista por la escasa luminosidad en nuestro puesto de trabajo, la cabina, y problemas en el oído izquierdo". Ya que en los modelos de trenes más antiguos el maquinista está sentado a la izquierda de la cabina y ese oído sufre más ruido que el derecho. "Ahora, en los nuevos modelos, el asiento está en el centro", explican. Metro realizó en 2018 un estudio sobre los riesgos psicosociales de los maquinistas.
El problema más importante para ellos es todo lo relacionado con "el ambiente físico", que incluye "sustancias en el aire, ruido, deslumbramientos, climatización, ergonomía del puesto y los peligros del arco voltaico de la catenaria, generadores, cables de alta tensión, repetidores...". En segundo lugar, aparece el problema para conciliar vida laboral y familiar. En tercer lugar, que finalizan su jornada laboral lejos de la estación en la que la han iniciado, es decir, en el otro extremo de la línea. En los primeros puestos también aparecen la presión por cumplir los tiempos de recorrido y la falta de seguridad.
Los 11.400 aspirantes tendrán que pasar el 19 de mayo un primer examen de corte y una prueba de personalidad. Solo se han podido presentar aquellos que estén en posesión del título de Técnico Auxiliar, Técnico o Técnico Superior (o enseñanzas equivalentes) de Formación Profesional en las especialidades de la rama de electricidad y electrónica; o en posesión del título de Bachiller o de enseñanzas equivalentes. Los que aprueben tendrán que pasar luego un reconocimiento médico y estar cuatro meses en la escuela de formación. Por último, aprobar un examen final.
Fuente: El Confidencial