jueves, 21 de agosto de 2014
NOTICIAS - El cierre de la vía del Canfranc empieza a perjudicar el turismo
El prolongado cierre de la línea férrea entre Sabiñánigo y Canfranc empieza a perjudicar al turismo en el Pirineo. Pero no solo eso. Silos de Canfranc, la empresa que fleta trenes enteros cargados de cereal, también empieza a resentirse del hecho de que los convoyes no puedan circular debido al descarrilamiento, el viernes de la semana pasada, de un mercancías entre Castiello y Jaca.
Las labores para retirar los vagones avanzan con lentitud, en particular en el túnel donde quedaron atrapados cuatro de un total de 14. Y Renfe no se atreve a dar una fecha para la reanudación del tráfico ferroviario.
"Estos días se han podido perder entre 100 y 150 viajeros que vienen a alojarse a Canfranc", señaló ayer Paco Coduras, que regenta un establecimiento hotelero en la localidad fronteriza. El tren, explicó, canaliza un público muy minoritario, en comparación con el vehículo particular y el autobús de línea. Pero aun así es elegido como medio de transporte por determinadas personas que valoran esa forma de viajar.
Por su parte, Silos de Canfranc, la empresa propietaria de las 800 toneladas que transportaba el convoy que descarriló, afronta tiempos difíciles. De hecho, la importación de maíz de Francia ya se vio perjudicada durante tres meses por el cierre del puerto Somport a los vehículos pesados, y ahora se levanta una nueva traba para la mercancía, que se envía a Cataluña.
Por su parte, Adif, el organismo que gestiona las infraestructuras ferroviarias, afirmó ayer que ahora se trabaja en el encarrilamiento del quinto vagón, de los ocho que se salieron de las vías. Además, se ha decidido que, antes de actuar en las otras tres tolvas atrapadas en el túnel, será preciso vaciarlas para facilitar la tarea.
"A medida que se encarrilan y retiran los vagones se van reparando las vías", manifestó un portavoz de Adif que aseguró que todavía no se han podido determinar las causas del descarrilamiento.
Fuente: El Periódico de Aragón