También CAF es vulnerable a la crisis. O, al menos, eso es lo que considera su dirección. La única gran compañía instalada en Aragón que, casi cinco años después de que comenzaran los problemas económicos, aún no había recurrido a un ajuste laboral ha presentado esta semana un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de suspensión de un máximo de 51 días que se podrán aplicar entre el 10 de septiembre de este año y el 10 de marzo del 2013. La medida, argumentada en "razones productivas", afecta a 582 trabajadores de los 908 que componen toda la plantilla, "muy molesta" porque el ERE solo concierne a la planta de Zaragoza, "que parece que siempre tiene que pagar el pato".
Quizá por los rumores de las últimas semanas sobre un posible expediente, el comité de empresa ha reaccionado con rapidez y ayer mismo, antes de comenzar el periodo de consultas con la compañía, se reunió con el consejero de Industria del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, al que pidió su "mediación" en el conflicto y que estuviera "vigilante" en el proceso. Asimismo, los representantes de los trabajadores le entregaron una serie de medidas alternativas al ERE que están dispuestos a asumir, como una distribución de cargas de trabajo equitativa entre las plantas españolas o recurrir al paro técnico, igual que en ocasiones anteriores. Su objetivo es "luchar por nuestros puestos de trabajo y defender el futuro de la planta zaragozana de CAF" y, por eso, el comité no descarta recurrir a otros cargos porlíticos de la comunidad.
No hay otra salida.
Según el comité, los responsables de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles aseguraron que habían "sopesado" la decisión y que "no hay otra salida al parón en el mercado ferroviario nacional". Este diario se puso en contacto con fuentes de la compañía, que declinaron realizar declaraciones al respecto por ser "política de empresa" no hablar de asuntos internos.
El presidente del comité, Gari Sancho, explicó que, durante la negociación del convenio colectivo, "en la propia mesa de negociación siempre se nos ha trasladado el descenso de la carga de trabajo y que no entraban obras nuevas en los siguientes meses", algo que a los trabajadores les resulta "un poco difícil de entender" cuando "en todos los medios de comunicación CAF ha informado de tener una cartera de pedidos cercana a los 5.000 millones de euros y unos beneficios que aumentan cada trimestre".
Sancho señaló que las reformas laborales que está impulsando el gobierno "no tienen que ser herramientas empresariales que destruyan empleo", pero, en su opinión, "queda claro que una de las pocas firmas en Aragón que disfruta de buena salud económica, o eso parece, también tiene que apuntarse a la corriente del ERE". Por eso, el comité de empresa no está de acuerdo con esta medida, "puesto que el espíritu de esta reforma no es el aumento de beneficios, sino la ayuda a empresas sin viabilidad".
La factoría de CAF en la capital aragonesa es la segunda de la compañía en dimensión a nivel nacional, por detrás de la de Beasáin (Guipuzcoa). En las instalaciones zaragozanas se fabrican convoyes de metro, tranvías y trenes de cercanías para ciudades de todo el mundo.
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)