viernes, 6 de octubre de 2017

NOTICIAS --- Air Nostrum quiere conectar Zaragoza y Montpellier con trenes de alta velocidad en 2018


Air Nostrum parece tener todo pensando para ‘asaltar’ la alta velocidad en España, un negocio hoy monopolizado por Renfe. A través de una filial llamada Intermodalidad de Levante (ILSA), creada en 2015 para explotar la liberalización del transporte ferroviario de viajeros anunciada en 2013 a instancias de una directiva europea, la compañía con sede en Valencia ha presentado ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) un proyecto para operar cuatro trenes diarios de alta velocidad entre Madrid y Montpellier (Francia) desde octubre de 2018.

ILSA presentó su candidatura a explotar la nueva línea en septiembre. En un documento de seis folios constan los principales detalles del proyecto: desde los horarios de los viajes hasta el modelo de tren que utilizarían para prestar el servicio pasando por la fecha de puesta en marcha, el 5 de octubre de 2018, exactamente a un año vista.

El operador propone dos trenes diarios con salida en Madrid a las 7.45 y a las 15.30 que efectuarían parada en Zaragoza a las 9.09 y a las 16.54, respectivamente, y otros dos desde Montpellier a las 7.00 y las 15.30 que llegarían a la capital aragonesa a las 11.21 y a las 19.51. Las paradas intermedias previstas son Barcelona, Perpiñán y Narbona.

Los trenes elegidos para prestar el servicio son el modelo AVE S-100, construido por la compañía francesa Alstom y de probada solvencia porque Renfe ya opera con ellos desde hace años. Tienen capacidad para 347 pasajeros y alcanzan los 300 km/h.

Desde el departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda han explicado que el Gobierno de Aragón ve con buenos ojos este proyecto porque permitiría que Zaragoza fuera considerada de nuevo un "nudo de conexiones ferroviarias por el interés tanto en materia de logística como turística".

Según han explicado fuentes de la CNMC, hace unos días dio comienzo un periodo de alegaciones a la propuesta de ILSA que se alargará durante cuatro semanas y que servirá también para probar que cumple las exigencias mínimas fijadas por el regulador. A saber: que el 20% del trayecto discurra fuera de España, que el 30% de los ingresos de la empresa proceda del negocio internacional y que al menos tres de cada diez viajeros sean extranjeros. Una vez cerrada esta primera fase, la CNMC dispondrá de seis semanas para fallar.Si el dictamen es favorable a ILSA, el ADIF deberá permitir la circulación de la empresa por sus vías bajo el pago de un canon por uso.

Un horizonte de posibilidades

El documento presentado ante el regulador afirma que este servicio abre "nuevas posibilidades de establecimiento de relaciones ferroviarias interregionales entre el sur de Francia, Cataluña, Aragón y Madrid" y señala que el mercado de estas regiones supera "los 5,2 millones de viajeros anuales" a los que ofrece "una doble frecuencia diaria con inmejorable horario comercial".

La empresa valenciana recoge en su propuesta su voluntad de empezar a explotar el servicio desde octubre de 2018, aunque lo cierto es que el Ministerio de Fomento anunció hace unos meses que retrasaba la entrada de operadores privados al negocio ferroviario hasta 2020. En este sentido, y siempre que la CNMC diera luz verde al proyecto, habría que estar pendiente de los términos de la autorización y de los tiempos que establece.

Fuente: Heraldo de Aragón