Lo cierto es que Ábalos no llegó a dar ninguna respuesta pública (ante los medios, solo contestó a preguntas sobre cuestiones de ámbito nacional), ni tampoco privada sobre los planes que maneja el Ejecutivo central respecto al impulso de esas infraestructuras. Las mismas que están comprometidas desde 2003 en el convenio firmado a tres manos (Gobierno, Consell y Ayuntamiento) entonces y que también se mantuvieron en su renovación, acordada en 2019.
Sencillamente, la firma del protocolo de colaboración para la implantación de la Agenda Urbana en Alicante y Alcoy solo dio para que el ministro lanzase un guiño sobre la cuestión, ante la mirada de los alcaldes de las dos ciudades, Luis Barcala y Toni Francés. Durante su primera intervención en el acto, dijo ser conocedor de "las reivindicaciones que me han advertido que a buen seguro se me iban a trasladar". Ante lo que Barcala no pudo reprimirse: "Todo se andará, ministro", replicó.
Sin embargo, esa andadura no tuvo demasiado recorrido. Todo quedó postergado de nuevo. Sí; el ministro y el primer edil conversaron brevemente en privado al término del acto. Pero en esa conversción solo se concertó el acuerdo de fijar fecha para una próxima entrevista en la que poder hablar con detenimiento sobre ese listado de proyectos. Ni menos, ni más. No se concretó cuándo podría producirse esa entrevista. Tampoco dónde. De hecho, el propio Barcala solo pudo apuntar, en una comparecencia posterior, que ambos habían hablado de que tenían pendiente una reunión y que "los dos gabinetes se pondrían en contacto" para fijarla "con el fin de tratar sobre "los temas que están candentes", en referencia al cumplimiento de los compromisos del ministerio con las inversiones previstas en la ciudad.
El primer edil aludió al retraso en las aportaciones del Gobierno para cumplir con el cronograma previsto para la ejecución de ese paquete de actuaciones en la ciudad: además de la estación intermodal y el desarrollo del Parque Central, también la variante de Torrellano, o la conexión ferroviaria con el aeropuerto Miguel Hernández, por ejemplo. Como informó este diario, el Ejecutivo (a través de Adif y Renfe) debe transferir todavía a Avant 323.973 euros correspondiente al ejercicio de 2020, toda vez que tanto el Consell como el Ayuntamiento sí han cubierto sus aportaciones de ese año (323.976 y 147.000 euros, respectivamente).
Eso sí, el compromiso los representantes de Adif manifestaron ante el consejo de Avant, el miércoles, es que se abonaría la cantidad adeudada junto a la aportación correspondiente al año 2021 (otros 700.000 euros adicionales), pese a que no existiría obligación de hacerlo hasta cierre de este año o principios de 2022. De hecho, no está previsto que el Consell y el Ayuntamiento transfieran los 350.000 que deben asumir de manera individual por este ejercicio hasta final de este año.
En todo caso, Barcala se mostró crítico con la indeterminación de Ábalos al asegurar que "el ministro no puede venir solo a poner un cartel", en alusión al acto que se desarrolló por la tarde por el que se daba oficialmente el nombre de Miguel Hernández al aeródromo situado en la pedanía ilicitana de El Altet. "Aquí hay que venir también a dar soluciones sobre temas que se convierten en acuciantes", dijo. Y añadió: "Me ha sorprendido la afirmación del ministro en relación a que Alicante es la octava provincia en volumen de inversión en los presupuestos estatales", señaló, al referirse a la intervención de Ábalos sobre la firma del protocolo. "Quizá habría que mirar que somos la cuarta o la quinta provincia en función de cómo se mire; por tanto, reconocer ese desequilibrio, y que tenemos un tratamiento que no se corresponde con nuestro peso económico, es ya muy significativo", recalcó Barcala.
Después, se refirió también a las consideraciones formuladas por la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP) respecto a los supuestos impedimentos técnicos que, según dicha asociación, imposibilitarían que el tramo del Corredor Mediterráneo entre Alicante y Algeciras pudiese utilizarse para el transporte de mercancías por la pendiente máxima que se alcanzaría en algunos tramos. "Lo vemos con mucha preocupación y esperamos una respuesta también a eso", incidió el primer edil.
En todo caso, trató de mostrarse hasta cierto punto conciliador (pese a que más tarde también criticó las manifestaciones de Ábalos sobre los indultos a los políticos condenados por el Procés) al agradecer el reconocimiento del ministerio al avance en la implantación de la Agenda Urbana 2030 que ya se habría registrado en Alicante. "Entendemos que la firma del protocolo de hoy es un reconocimiento, pero lo digo siempre con una reivindicación muy clara: se tiene que contar con los ayuntamientos; somos actores principales, y tenemos que intervenir no solo para el gasto, sino también en la toma de decisiones", concluyó.
Fuente: Alicante Plaza
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