lunes, 3 de septiembre de 2018

NOTICIAS --- Parques aéreos para reconectar la ciudad


Las grandes arterias de tráfico rodado y las infraestructuras del ferrocarril suponen en muchas ciudades, incluida València, una barrera física que parte barrios, devalúa el valor de la zona y condiciona el desarrollo urbano. En un contexto social y político que defiende espacios públicos de calidad y ciudades más habitables y pensadas para el peatón, el soterramiento de estas infraestructuras es la solución soñada por todos. Sin embargo, la perforación de túneles en el subsuelo es económica y técnicamente costosa, sobre todo si afecta a suelo urbano consolidado.

Las dificultades de financiación o la inviabilidad técnica han llevado a muchas ciudades a buscar fórmulas para sortear las barreras del tráfico y ganar espacio para los peatones y las bicicletas. Urbanistas y arquitectos, como Richard Rogers, premiado con el Pritzker, reinventan las pasarelas para convertirlas en parques elevados ajardinados. Uno de los primeros fue el High Line de Nueva York. Esta pasarela verde de 2,5 kilómetros de longitud aprovecha las vías del ferrocarril sin uso que hace años realizaba el reparto de mercancías en Manhattan. El High Line, cuya última fase concluyó en 2014, es una de las joyas al aire libre de Nueva York y cada año recibe cinco millones de visitantes.

La nueva propuesta para el PAI del Grao que se debate ahora en el Ayuntamiento de València y que ha causado división entre los socios del Govern de la Nau (Compromís, PSPV y València en Comú) incluye un paseo elevado que permitirá, entretanto llega la financión para la prolongación del túnel de Serrería (pendiente desde hace dos décadas), conectar el nuevo barrio del Grao, una apetecible bolsa de suelo en la fachada marítima, con los barrios del entorno de la avenida de Francia y la Alameda. La propuesta no gusta a muchos vecinos, que recuerdan que la ciudad tiene varias pasarelas obsoletas construidas «de forma provisional» durante el desarrollismo, como la de Giorgeta.

Mientras València dirime cómo resolver el problema de las vías del Grao, otras ciudades como Barcelona, han echado ya mano de estas pasarelas de nueva generación. La ciudad condal inauguró en 2016 su primer parque aéreo, un jardín de 800 metros de largo construido sobre el cajón ferroviario de Sants. Tras más de una década en obras y 22 millones de inversión, este paseo elevado se ha convertido en un mirador privilegiado de la ciudad. La rambla aérea, diseñada por Sergi Godia, que nace con vocación de amplicarse y convertirse en una vía verde de cinco kilómetros, no escapa a la crítica, sobre todo, por parte de los vecinos del edificio cuyas ventanas han quedado a solo unos metros del paseo y que se exponen a diario a las miradas indiscretas de los usuarios del paseo.

La propuesta de Tomás para salvar las vías del tren pasa por la construcción de un paseo elevado con una altura máxima de 6,5 metros (la mitad que el cajón de Sants) y una inversión que está por ver pero que en todo caso será muy inferior a los 129 millones de euros que costaría prolongar el túnel ferroviario de Serrería hasta la autopista del Saler.

El despacho del prestigioso Richard Rogers ha diseñado en Atlanta un innovador parque que se entrelazará sobre la autopista GA400 y que permitirá reconectar físicamente un barrio de alto standing. Una propuesta similar al Parque Elevado de Chapultapec en Ciudad de México.

Fuente: Levante-El Mercantil Valenciano