viernes, 22 de marzo de 2019

NOTICIAS --- TMB analizará ambientalmente 26 estaciones del metro de Barcelona para descartar la presencia de amianto


La crisis del amianto va sumando capítulos en el Metro de Barcelona. Con el consejero delegado de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), Enric Cañas, al frente, parte del equipo directivo de la empresa ha confirmado este martes a un grupo de periodistas que, al margen de las más de 200 muestras ambientales sobre la presencia de fibras de amianto en las instalaciones del metro, todas ellas con resultado negativo, se llevarán a cabo en las próximas semanas más muestras sólidas en túneles, polvo de vías, filtros de trenes y en 26 estaciones de la red del suburbano con mayor riesgo por presencia de fibrocemento o por no haber sido remodeladas. Los análisis mediante microscopía electrónica se harán conjuntamente con la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB).

Las instalaciones de la red también están siendo analizadas para detectar la presencia de fibrocemento (uralita) sobre todo en techos y cañerías. Los primeros inventarios de estos materiales se iniciaron en 2008 por parte de la compañía y el actual finalizará el próximo mes de mayo. Esperan que en 2023 ya no quede rastro de estos elementos nocivos.

TMB calcula que ya ha retirado 5.000 metros cuadrados de fibrocemento de tuberías y techados, a un ritmo de unos 80 metros cuadrados por día. En la estación de La Verneda de la L2 se llevará a cabo una operación de retirada durante la próxima Semana Santa que obligará a cortes en la línea.

Cañas ha indicado que la compañía ha comprometido un presupuesto de 2,8 millones de euros para gestionar la crisis abierta por el amianto, tanto mediante pruebas médicas como con acciones de higiene ambiental impulsadas desde el pasado año. Dentro de estas medidas, TMB también ha avanzado que los 22 empleados de mantenimiento de trenes en activo con manifestaciones pleurales pasarán por una evaluación personalizada del nivel de exposición al amianto en su puesto de trabajo actual.

La presencia de asbesto en la pintura bituminosa de los trenes de las series más antiguas de TMB, 3000 y 4000, ha dado positivo en 94 de los 210 coches analizados. Son 42 trenes de una flota total de 171 y 855 coches. Cada tren se compone de cinco coches, y en las mediciones se han encontrado vehículos con algunos coches afectados y otros que no.

Las muestras de microscopía óptica obtenidas se enviaron a Francia pasa su análisis y, según la compañía, en ningún caso se ha detectado en la pintura la fibra de amianto anfíbola más peligrosa. En su mayoría se trata de fibra crocidolita.

TMB anunció hace unas semanas que estos 42 trenes, del año 1986, serán renovados por nuevos convoyes que la empresa comprará por la vía de una próxima licitación.

Dos posibles casos de enfermedad profesional vinculada al amianto

Dentro del colectivo de trabajadores que han podido estar potencialmente expuestos al amianto, un total de 1.064 de los equipos de revisión de trenes, 712 han pasado ya el examen médico obligatorio de reconocimiento inicial para determinar el grado de exposición.

Otros 397 han finalizado el circuito de exploraciones. De estos últimos, 22 empleados en activo han sido diagnosticados con manifestaciones pleurales por posible contacto con las fibras de amianto (19 engrosamientos pleurales, dos placas pleurales calcificadas y una placa pleural no calcificada).

Al margen de estos 22 casos, hay otros dos más en observación (de baja) por posibles dolencias compatibles con una enfermedad profesional que aún se desconoce si están vinculadas específicamente al amianto.

TMB también ha asegurado este martes que acaban de incorporar a este programa específico de vigilancia sanitaria a 418 ex empleados de mantenimiento ya jubilados, con lo que la cifra de la plantilla presente o pasada que está siendo sometida a seguimiento médico asciende a 1.482 personas.Se espera que, a finales de año, todos los empleados convocados a pruebas médicas hayan pasado por este circuito.

La plantilla del Metro es actualmente de 3.000 personas. Asimismo, el periodo de latencia de la exposición a esta fibra se sitúa entre los 10 y los 40 años por lo que la cifra de afectados irá incrementándose previsiblemente en los próximos años.

El comité de empresa denunció la semana pasada que un trabajador en activo había desarrollado asbestosis por inhalar amianto. La empresa ha reconocido este martes que este empleado está entre los 22 a los que se les han detectado manifestaciones pleurales.

En esta misma línea de seguimiento, más de 200 personas en plantilla que a priori no han estado expuestas al amianto se han apuntado a revisiones voluntarias para detectar posibles enfermedades respiratorias. Los higienistas consideran que el personal de operaciones de la empresa no ha de someterse a un seguimiento específico por amianto como sí han de hacer los mecánicos.

Fuente: 20 minutos