martes, 5 de enero de 2010

NOTICIAS-Una mañana de retrasos desluce el ‘estreno catalán’ de cercanías.

Muchos ni sabían que ha habido cambios, ignoraban que el servicio de trenes de cercanías de Barcelona lo gestiona, desde el pasado 1 de enero, la Generalitat. Como cualquier otro lunes, el trasiego de pasajeros por la estación de Sants era ayer intenso. La megafonía –tampoco eso era novedad para los pasajeros soñolientos– anunciaba, a las ocho de la mañana, un retraso de media hora en los convoyes «de las líneas C-3, C-4 y C-7, por una avería eléctrica». Desde luego, nada parecía haber cambiado en el primer día laborable tras el anhelado traspaso de cercanías, ahora Rodalies. Los retrasos, los enésimos en la larga lista de incidencias de los últimos años, ensombrecieron el estreno.

El causante de las demoras, que afectaron a la circulación de 25 trenes durante dos horas, según informó Renfe, fue «un problema en la catenaria rígida recién instalada en el túnel de Meridiana, entre las estaciones de Sant Andreu Arenal y Torre Baró». indicó una portavoz del ente Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que mantiene la titularidad de las vías.
«El problema lo ha provocado una pieza metálica situada en el encofrado del túnel, que ha hecho masa con la nueva catenaria y originaba desconexiones de corriente al pasar los trenes», agregó la portavoz de Adif. La reparación empezó a las 8.15 horas y se dio por finalizada a las 8.35, según Adif. La circulación de trenes, sin embargo, se vio afectada con demoras de 20 minutos hasta prácticamente las diez de la mañana.

Mano dura.

La reacción de la Generalitat –que con este percance vio malogrado su primer día laborable como gestora de la red– no se hizo esperar. Ante la posibilidad de que la avería fuera debida a un fallo cometido por la constructora, el Govern anunció que «a partir de ahora, cuando se produzcan incidencias de estas características, se exigirán responsabilidades a las adjudicatarias», manifestó un portavoz de la Conselleria de Política Territorial i Obres Públiques. Con esta política de mano dura se pretende que, al menos, las reparaciones se lleven a cabo de la manera más rápida posible a fin de minimizar los efectos para los usuarios

Fuentes de Renfe, que sigue siendo la operadora encargada de prestar el servicio, indicaron que en principio la compañía no tiene previsto pedir responsabilidades a la empresa constructora de la instalación, ya que ese cometido correspondería, en todo caso, a Adif, que es la que adjudica los trabajos.

Viajeros enojados.

«Es que no podía ser de otra forma. Estamos tratando con Renfe», lamentó, entre indignada y resignada, Laia Ortiz, afectada por el retraso que la mantuvo en la estación de Granollers-Canovelles durante 30 minutos más de lo previsto. La que se presagiaba como una jornada apacible por las vacaciones de muchos habituales y por el fin de las obras que obligaban a transbordar en Montcada i Reixac (Vallès Occidental), volvió a ser una jornada caótica para los usuarios.

«Son los mismos perros con distintos collares», sentenció Georgina Poch, procedente de Sabadell. Pese a llegar una vez más tarde al trabajo, a los pasajeros aún les quedó un remanente de humor para ironizar sobre el primer día de traspaso de cercanías a la Generalitat: «Sí, se ha notado, sobre todo con el aumento de tarifas», bromeó alguno. Numerosos usuarios habituales del servicio desconocían que este había sido traspasado.

Muchos pasajeros de las líneas del Vallès Oriental comparten las reivindicaciones de la Plataforma d’Usuaris, que el pasado 10 de diciembre paralizó los convoyes en la estación de Sant Celoni para reclamar un servicio digno y la reducción del importe del billete.

Información grabada.

Collblanc, en cambio, la experiencia de ayer tuvo algún aspecto positivo. «Algo ha cambiado, ya que esta vez al menos nos han advertido de las demoras a través del servicio de megafonía», observó Collblanc. Ciertamente, la información que surgía de los altavoces en todas las estaciones de las líneas 3, 4 y 7 de cercanías lanzaba, incesantemente, mensajes grabados que advertían de retrasos «de hasta 20 minutos».

Otra pasajera afectada, Francina Morell, de Montcada, agradeció la información, pero lamentó
que «nadie haya dado explicaciones sobre por qué no ha pasado el tren procedente de Sant Vicenç de Calders».

Fuente: El Periódico de Catalunya (www.elperiodico.com)