domingo, 3 de abril de 2011

NOTICIAS-Roban ocho kilómetros de la vía del antiguo canfranero en Zuera.

Los cacos han robado a pleno días los raíles de ocho kilómetros de la antigua vía de tren del canfranero entre Zuera y Gurrea de Gállego, infraestructura de la que también se han llevado parte de las traviesas. Y lo han hecho a pleno día, según explicaron vecinos de la zona, que han visto cómo cuadrillas de varias personas se dedicaban a cualquier hora de la mañana o de la tarde a trocear el tendido con sierras radiales y soldadoras autógenas y a cargar las piezas resultantes en furgonetas para llevárselos.

La actividad de los ladrones durante las últimas semanas ha provocado la perplejidad de los agricultores y ganaderos que trabajan en la zona, cuyas explotaciones vienen sufriendo cada vez con mayor frecuencia la actividad de los cacos.

El tramo de vía del canfranero entre Zuera y Gurrea no es el primero que los amigos de lo ajeno levantan y trocean en Aragón. La Guarda Civil detuvo a mediados de febrero a cuatro individuos a los que una patrulla sorprendió troceando raíles de la vía Santander-Sagunto a la altura de Daroca. Cuando llegaron los agentes, habían cargado en una furgoneta 340 metros de raíl y gran cantidad de traviesas férreas.

Este grupo trabajaba con una completa distribución de funciones: uno de sus miembros cortaba con un soplete los raíles en los puntos que previamente había marcado para asegurarse de que cabían en la furgoneta y otro forzaba los pernos que sujetan los raíles a las traviesas con una llave adaptada, mientras los dos restantes se dedicaban a extraer los trozos y a cargarlos.

En ambos casos se trata de líneas de ferrocarril abandonadas, aunque en el caso de la primera existe un proyecto para transformarla en una vía verde.

Fiebre del oro rojo.

Este tipo de robos se enmarca en la denominada fiebre del oro rojo, en la que bandas de delincuentes se dedican a robar todo tipo de metales, ya sea para venderlos en chatarrerías o para servírselos a intemediarios que canalizan las remesas directamente hacia países emergentes como China e India. Destaca, en este ámbito, la elevada demanda de cobre, que lleva a las bandas a desmantelar tendidos eléctricos, instalaciones del AVE y zonas en construcción.

La actual crisis está provocando un notable aumento de la delincuencia en las zonas rurales, un efecto que, por ejemplo, no fue tan acusado en la anterior fase de recesión, a principios de los años noventa.

Ese repunte coincide con la aplicación de medidas preventivas y disuasorias por parte de la Guardia Civil. La Comandancia de Zaragoza decidió hace ya unos meses cerrar los cuarteles por las tardes para centralizar las denuncias a través del número de teléfono 062.

Esa fórmula le permite al instituto armado disponer de más efectivos de patrulla en la calle, que son coordinados y asignados a servicios desde la sede de la avenida César Augusto.

Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)