sábado, 23 de mayo de 2020

ENTREVISTA --- Juanjo Olaizola: "Nuestra sociedad debe apostar decididamente por el transporte público, si queremos que nuestro desarrollo sea sostenible y respetuoso con el medio ambiente"


Entrevista con Juanjo Olaizola, investigador e historiador del ferrocarril y director del Museo Vasco del Ferrocarril

¿Desde cuándo eres aficionado al ferrocarril?

Desde siempre. Tuve la suerte de criarme junto a la estación de Renfe en Logroño, en tiempos en los que el vapor todavía reinaba entre Castejón y Miranda de Ebro, así que siendo prácticamente un bebé ya sentí el magnetismo de las “mikados”, “montañas” y “confederadas” que pasaban delante de casa. Si a eso unimos inolvidables viajes en vacaciones de Donostia a Deba, con preludio en trolebús desde el Boulevard hasta Amara, tenemos un cóctel perfecto para ser infectado por la enfermedad de Stephenson.

¿Cuál es el secreto del éxito del Museo Vasco del Ferrocarril?

Esta pregunta deberían responderla los visitantes, que, a fin de cuentas, son quienes dan vida al Museo. En todo caso, creemos que uno de sus puntos fuertes es el disponer de un museo vivo, donde el público no solo contempla, sino que vive en primera persona el ferrocarril del pasado, con la posibilidad de viajar en trenes históricos entre Azpeitia y Lasao, montar en un tranvía clásico o ver en movimiento el histórico taller mecánico de 1926. No hacen falta recursos de realidad virtual, cuando el visitante puede vivir la realidad hasta el punto de llegar a ser fogonero por un día.

Juanjo Olaizola en el 125 aniversario del tren de Plentzia --- Juanjo Olaizola

¿Qué opinas sobre los nuevos proyectos ferroviarios del País Vasco: "La Y vasca", la ampliación del Tranvía de Vitoria y la variante del "Topo" a su paso por San Sebastián?

Nuestra sociedad debe apostar decididamente por el transporte público, si queremos que nuestro desarrollo sea sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Esa apuesta se tiene que traducir en la mejora de las infraestructuras existentes y en la construcción de las que sean necesarias para poder ofrecer a la sociedad un servicio competitivo que se convierta en una alternativa real al vehículo privado. En ese sentido, las obras que señalas resultan imprescindibles: sin la Y ferroviaria el ferrocarril no puede ser en Euskadi una alternativa frente a cualquier otro medio de transporte, dado que las infraestructuras existentes, construidas a mediados del siglo XIX, no pueden ofrecer tiempos de viaje competitivos. El tranvía de Vitoria ha demostrado ser un modelo de éxito, que, junto a la reordenación de la red de autobuses urbanos ha permitido en pocos años duplicar la utilización del transporte público en la ciudad, mientras que la recuperación de la centralidad (que nunca debió perder) del “Topo” también hará más atractivo su uso.

Has escrito más de 30 libros, colaboras con muchas revistas, das charlas, administras el blog Historias del tren, eres el director del Museo Vasco del Ferrocarril, ¿cómo sacas tiempo para todo esto?

Intento hacer mi trabajo lo mejor posible.

Locomotoras del Museo Vasco del Ferrocarril en su 25 aniversario --- Unos cuantos trenes

¿Cuál es el estado actual del patrimonio histórico ferroviario en España?


Ni tan bueno como nos gustaría, sobre todo cuando miramos al otro lado de los Pirineos, ni tan malo como pintan algunos agoreros. Hay mucho trabajo por hacer, tampoco tenemos que olvidar que también tenemos buenos museos de iniciativa pública y también proyectos privados como Arganda que son ejemplares, sin olvidar iniciativas tan atractivas como Utrillas.

¿Cuál será el tema de tu próximo libro?

El próximo libro saldrá en breve de la imprenta y tratará sobre un tema muy bilbaíno, aunque no te puedo anticipar el contenido.

Portada del libro "Herederos de Ramón Múgica", escrito por Juanjo Olaizola --- Maquetren

¿Por qué te gustan tanto los trolebuses?

Hay una parte nostálgica, ya que los conocí todavía en activo en Donostia, Bilbao y Zaragoza, pero también hay una parte reivindicativa de un medio de transporte que, en nuestro país, ha sido injustamente tratado, probablemente debido a su imagen, muy vinculada a los tiempos de miseria de la posguerra y la autarquía. Y, sin embargo, si queremos una ciudad libre de humos, el trolebús es la versión más eficiente del autobús eléctrico, no contamina, no tiene que transportar inútilmente toneladas de baterías, es fiable, tiene una aceleración más ágil que cualquier otro tipo de autobús (diésel o de baterías), algo fundamental para reducir los tiempos de viaje en los servicios urbanos, y, con la tecnología actual, con mucho menor peso de las baterías, puede circular de modo autónomo durante el 40% de su jornada, gracias a la carga en movimiento, lo que permite reducir la infraestructura de electrificación a los troncos comunes de varias líneas, pudiendo recorrer el resto del trayecto como un autobús eléctrico. Son muchas ventajas como para no tenerlas en cuenta por cuestiones secundarias como el impacto estético de las líneas aéreas de alimentación o el coste de la infraestructura que, en realidad, no es muy diferente a la que requieren los autobuses eléctricos con cargas de oportunidad.

¿Qué tal llevas la cuarentena?

Entretenida, trabajando en el Museo a puerta cerrada, reorganizando exposiciones y archivos y, sobre todo, preparando la reapertura, que esperemos tenga lugar en breve.

Gracias a Juanjo Olaizola por permitirme entrevistarle. Mila esker Juanjo!

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