Aún así es significativo el reclamo que ha supuesto para las empresas del sector de la construcción el inicio de las obras de la segunda estación del AVE en Zaragoza. La crisis económica y las dificultades que están encontrando para hacerse cargo de proyectos importantes de obra pública ha servido para atraer a importantes firmas nacionales del sector. No en vano, la elevada competencia también ha permitido, según ha podido saber este diario, que las diferentes pretensiones económicas sean más modestas.
Las obras a realizar en esta primera fase del proyecto consisten en la ejecución de un nuevo trazado de la línea de ancho convencional en doble vía con una longitud de 1.668,18 metros, para que puedan ser implantadas, en una segunda fase, las vías generales y de apartado de la estación. En la descripción que plantea Adif se detalla que los trabajos se desarrollarán "manteniendo el tráfico de todas las líneas" y que estos incluyen la necesaria "infraestructura (desmontes, terraplenes, capas de forma y sub-balasto), superestructura (balasto, traviesas y carril) así como instalaciones necesarias como la catenaria, la señalización o los sistemas de seguridad y control, entre otros.
En este inicio del proyecto, la operación más importante estará centrada en el desplazamiento de hasta 11,65 metros de la actual línea de ancho convencional con respecto a la de alta velocidad, que no se tocará en ningún momento. La separación entre ambas será definitivamente de unos 25,31 metros donde se ubicará posteriormente el andén y los aparatos de vía de la futura estación. Este espacio tendrá, finalmente, una longitud de 746 metros. Este trazado ha sido diseñado para garantizar la circulación por él con una velocidad máxima de 140 km/h.
Por los cálculos realizados y la información recopilada por los técnicos de Adif, la obra tendrá afecciones en un gasoducto existente bajo la superficie sobre la que se instalará la nueva vía de ancho ibérico (perteneciente a la empresa Enagás) y tres conducciones (tuberías) para el paso de futuros servicios.
Por otra parte, el coste estimado para la ejecución material es de 3,66 millones de euros, en el que se incluyen 458.000 para la plataforma ferroviaria, demoliciones y movimientos de tierras; 420.000 para el drenaje; 296.769 para estructuras, 1,31 millones para superestructuras; más de 547.000 para instalaciones de seguridad y comunicaciones; o más de 46.000 para la electrificación, entre otros aspectos del proyecto. Las expropiaciones necesarias de suelo suponen una inversión adicional de 25.259,19 euros.
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)