Aunque casi nadie duda que José Blanco es desde hace meses el hombre fuerte del Gobierno, ayer dio argumentos a quienes todavía no defienden esa tesis. Durante su comparecencia ante la Comisión de Fomento del Congreso fue capaz de anunciar el mayor recorte de la inversión pública de la historia reciente sin perder la compostura. Advirtió que "ya nada volverá a ser como antes, puesto que este nivel de inversión no se puede mantener" y culminó su discurso anticipándose a los reproches de la oposición. "No les pido que asuman conmigo el coste político. Sólo les pido que en estos momentos difíciles piensen en el futuro de los ciudadanos", aseguró.
No era para menos. El ministro no hizo más que confirmar lo que desde el día 12, cuando el presidente José Luis Rodríguez Zapatero anunció el ajuste adicional de 15.000 millones en dos años, era un secreto a voces: Fomento se queda sin capacidad alguna quepara licitar obra nueva en cuatro años.
Reprogramar los proyectos.
Pero el titular del principal departamento inversor fue aún más lejos. Blanco recordó que ya en el primer plan de ajuste de 5.000 millones para este año anunciado en enero Fomento se comprometió a asumir la cuantía más importante: un tijeretazo de 1.760 millones. Ayer Blanco confirmó que de los otros 5.000 millones que deben ahorrarse en 2010 por imperativo de Bruselas, Fomento asumirá otros 1.500 millones. Es decir, "las cuentas de este ministerio se reducirán en al menos 3.200 millones este año, una cifra no inferior en 2011 y este ajuste tendrá consecuencias en ejercicios posteriores", explicó. Recapitulando, Fomento aplicará un ajuste adicional de 4.700 millones en dos años, a los que hay que sumar los 1.700 comprometidos en enero, 6.400 millones menos para infraestructuras. En opinión de la oposición política y buena parte de la iniciativa privada, un auténtico suicidio económico.
A la espera de conocer el detalle de qué proyectos sufrirán con más rigor la contracción del gasto, Blanco fue tajante. "Todas las obras, en todas las regiones sufrirán retrasos de al menos un año, debemos reprogramar todos los proyectos y algunos, podrán ser anulados", dijo. Sólo quedarán al margen del recorte el AVE a Valencia y las obras que decidan incluirse en el Plan Extraordinario de Infraestructuras, que será financiado por capital privado.
Además, Renfe y Adif han propuesto a sus plantillas (28.000 trabajadores) la aplicación de una rebaja de sueldo voluntaria del 5% para este año, que ha sido rechazada, informaron ayer fuentes sindicales. Fomento anunció también la puesta en marcha de un plan de austeridad, basado en recortes del gasto corriente, que prevé ahorrar 1.198 millones hasta 2013.
Fuente: Cinco Días (www.cincodias.com)