La decisión, que Blanco anticipó hace quince días en una visita a las obras del viaducto sobre el río Ulla, permitirá que el consejo de esa sociedad pública licite este mismo mes los subtramos Zamora-La Hiniesta, Cerdedilla-Pedralba de la Pradería y Pedralba de la Padrería-túnel de O Padornelo, que forman parte del paquete de proyectos que, a su marcha de la Xunta, Touriño reprochó a Magdalena Álvarez haber dejado «no caixón». Se trata de tres actuaciones cuyos proyectos técnicos llevaban redactados cuatro años y cuya materialización es decisiva para que la línea ferroviaria de alta velocidad llegue a Galicia.
1.000 millones más este año.
En el conjunto de la inversión global de 4.678 millones que Fomento ha comprometido por escrito con la Xunta, los 379 del convenio autorizado ayer forman parte de los 1.316 que el ministerio se comprometió a licitar antes de que finalice este año, por lo que quedarían 3.362 para tramitar el resto de las actuaciones durante el 2010. En todo caso, Fomento todavía tendrá que licitar en las próximas tres semanas obras del AVE gallego por importe de 54 millones de euros más, de acuerdo con la previsión que el equipo de José Blanco realizó con motivo de la visita del ministro al viaducto del Ulla, cuando cifró en 433,4 millones el valor de las licitaciones que tramitará este mes. Entre las actuaciones previstas antes de octubre figura la salida a concurso del proyecto de acceso a la estación de Ourense desde Santiago, por importe de 19 millones de euros.
El impulso a los tres subtramos pendientes de la entrada de la alta velocidad por Zamora complementa el envío a exposición pública, a principios de agosto pasado, del trazado de 12 kilómetros entre Requejo y Lubián, que será el último subtramo por licitar en esa provincia y que incorpora el segundo túnel de O Padornelo que Fomento dejó sin proyectar en la etapa de Álvarez Cascos al frente del ministerio. Ese subterráneo, de 6 kilómetros, es imprescindible para garantizar un acceso competitivo. El inicio de la tramitación del estudio informativo repara una omisión que ilustra de forma significativa los despropósitos encadenados en la gestación del AVE gallego. Aunque en enero del 2003 se acordó desdoblar el trazado de entrada en la comunidad, la previsión inicial de un único túnel quedó sin corregir. Magdalena Álvarez localizó la omisión, pero en cambio no adjudicó el estudio hasta finales del 2007, y con un plazo de ejecución de dos años.
El nuevo calendario político sitúa la llegada del AVE «en torno a finales del 2015», según la gráfica expresión que utilizó Blanco en la firma del protocolo con la Xunta. Ese compromiso incluye licitar todos los tramos pendientes antes de que finalice el 2010. Será entonces cuando toque valorar la necesidad de afinar el horizonte de puesta en servicio, en función de los plazos de ejecución de los proyectos.
Fuente: La Voz de Galicia (www.lavozdegalicia.es)