«Hombre, problema de la gasolina no creo que sea...», bromeaban ayer algunos viandantes, al tiempo que sacaban sus móviles para retratar la escena. Uno de los tres convoyes que recorrieron Gran Vía en pruebas dio ayer un pequeño susto al quedarse varado en el cruce de la avenida de Goya. El contratiempo se solucionó en apenas cinco minutos pero la sorna de los ciudadanos se prolongó más tiempo, así como los problemas de tráfico dado que la avería coincidió con el inicio de las obras de la estación de Cercanías en la calle de Cortes de Aragón, que ya no puede cruzarse y obliga a realizar nuevos desvíos de circulación. Estos, sumados a que apenas queda un carril para el tráfico en Gran Vía y Fernando el Católico, provocaron nervios, atascos, retenciones y conciertos de claxon durante toda la jornada.
Retención 'prevista'.
«Se ha estropeado el tranvía», informaba un agente de la Policía Local por su 'walkie' pidiendo refuerzos para descongestionar el tráfico. Operarios de la plataforma tranviaria apuntaron sobre el terreno que el inesperado parón del Urbos 3 podía deberse a «algún problema del suministro eléctrico», aunque recordaron que los convoyes pueden funcionar gracias a un sistema de baterías si hay algún fallo de alimentación en algún tramo con catenaria. Ayer no fue la primera vez que el tranvía recorrió Gran Vía, ya lo hizo el pasado 23 de diciembre, pero sí que estrenó la zona de vías que hubieron de levantarse por haber perforado con su anclaje la capa de impermeabilización del túnel de Goya. De hecho, desde Servicios Públicos y Los Tranvías de Zaragoza se explicó ayer que tal parón estaba previsto y que se realizaba para comprobar la correcta colocación de los nuevos raíles y para testar la altura de gálibo. Fuentes municipales restaron importancia a las afecciones al tráfico e insistieron en que el tranvía circula en pruebas y que estos ajustes se realizan para evitar que haya problemas mayores cuando esté en explotación.
La avería del convoy, afortunadamente, se solucionó enseguida 'reiniciando' el aparato eléctrico y los 'espectadores' arremolinados en la entrada de Fernando el Católico vieron cómo el convoy recogía y volvía a desplegar su pantógrafo (la antena que lo une a la catenaria). Así, el Urbos 3 pudo continuar sus pruebas ensayando, por ejemplo, el frenado en cada una de las paradas y midiendo que la apertura de puertas no coincidiera con zonas de bordillos junto a las marquesinas. De hecho, los vehículos cuentan con un sistema de ultracondensadores que, durante el frenado, permiten recuperar la energía cinética y recarga la línea. Una de sus virtudes es el llamado Acumulador de Carga Rápida, que facilita que los trenes almacenen energía a bordo para que no sea necesario el tendido aéreo para su alimentación como sucederá, en la segunda fase, en el puente de Santiago y la plaza de Aragón.
Continúan los trabajos.
De momento, ayer se continuaba ultimando la urbanización de los andadores centrales, así como la sincronización de los semáforos a la altura de la calle de Marcial. También se avanzaba en la instalación de las marquesinas junto a las cuales se han colocado cámaras de vigilancia en algunas farolas. En la zona de Vía Ibérica a Isabel la Católica se instalará esta semana la alfombra de césped natural que 'decorará' las vías y que ya luce en Valdespartera. Serán un total de 18.500 metros cuadrados de hierba, que no llegarán hasta la zona centro donde el acabado de la zona de vías será de hormigón. La fecha límite anunciada por el alcalde Belloch para que entre en funcionamiento el tranvía es el próximo 19 de abril.
Fuente: Heraldo de Aragón (www.heraldo.com)